Sanidad aconseja dejar de usar estas lentillas: pueden provocar irritación y visión borrosa

Miopía, hipermetropía, astigmatismo...los problemas en la vista están a la orden del día, de hecho, el abuso de las pantallas y el envejecimiento los potencia. Aunque las gafas son el tratamiento más común para estas afecciones, una gran parte de la población opta por las lentillas bien por estética, comodidad... y pasan desapercibidas entre la población general.

Sin embargo, estos días los usuarios de lentillas deberán prestar atención si utilizan un tipo concreto de lentes de contacto ya que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha informado en un comunicado de que casi 200 lotes de unas lentillas diarias y mensuales fabricadas por Alcon, cuya comercialización ya se ha interrumpido, podrían ocasionar problemas temporales en el ojo.

La agencia dependiente del Ministerio de Sanidad ha tenido conocimiento por el propio fabricante, la empresa Alcon Healthcare, filial española de la estadounidense Alcon Laboratories, del cese de venta de algunos lotes de las lentes de contacto "Dailies total1" y "Total30" por no cumplir con los estándares de calidad y/o rendimiento a lo largo de su vida útil indicada en el etiquetado. Los lotes afectados se encuentran disponibles en este listado.

¿Qué problemas pueden ocasionar las lentillas afectadas?

El uso de las lentillas de los 175 lotes afectados, tanto "Dailies total1" como "Total30", pueden ocasionar problemas temporales en el ojo como los indicados en la ficha técnica del producto: irritación, enrojecimiento o visión borrosa. No obstante, estos efectos son sólo temporales y suelen desaparecer tras la retirada o sustitución de las mismas.

Recomendaciones para los usuarios y las ópticas

Alcon está enviando una nota de aviso dirigida a ópticas y usuarios de este problema; por su parte, la Aemps ha recomendado dejar de utilizar las lentes de contacto incluidas en el apartado “Productos afectados” de la nota informativa emitida y ponerse en contacto con la óptica en la que adquirió las lentes de contacto para devolverlas y que se las sustituyan por otras de un lote no afectado por este problema.

También requiere a las ópticas que revisen su inventario para comprobar si tienen las lentes de contacto afectadas y, en el caso de disponer de los productos identificados, cesar su venta y desechar las lentes.

De igual forma, en el caso de que las hubiera vendido, las ópticas deberán contactar con los consumidores para informarles del problema detectado, pedirles que las tiren y proporcionarles otras de lotes distintos.