La banalización del eccema crónico de manos y los problemas que estas personas tienen en su trabajo
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Puede afectar a nivel mental por los estigmas que rodean a la afección
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Muchos pacientes se automedican por la falta de citas médicas
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Cerca de un millón y medio de personas adultas sufren dermatitis atópica, según los datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Entre las afecciones que produce esta enfermedad dermatológica se encuentra el eccema crónico de manos, una patología inflamatoria con síntomas como picor, grietas, descamación y dolor intenso, que puede causar una incapacidad permanente y problemas de salud mental, originados por el estigma de los síntomas visibles en la piel.
Al tratarse de una enfermedad muy extendida y en la que el mayor número de casos es leve, está completamente banalizada por la población general. Sin embargo, para algunos se trata de una patología que le incapacita en su día a día.
Uno de ellos es Jaime Llaneza, el presidente de la Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA), que ha reclamado “abarcar el apoyo emocional” y, si es preciso, obtener “una adaptación laboral” para las personas con este tipo de afecciones durante el II Ciclo de Jornadas sobre Novedades en Dermatología, organizado por LEO Pharma y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).
Piden concienciar a la sociedad sobre su impacto
Además, acerca del estigma entre la población por los síntomas visibles, el mismo ha pedido concienciar a la sociedad sobre el impacto físico social y emocional, y ha aportado su propia historia: “No es lo mismo decir que esta noche me ha picado muchísimo que decir que a mi madre le pedía que me atara las manos cuando tenía 12 años para no rascarme por las noches”.
El jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de La Paz en Madrid, Pedro Herranz, ha explicado que muchos pacientes están escondidos y se sienten “huérfanos” ya que “están luchando en el entorno laboral, están teniendo el problema de cómo cambiar de trabajo por un eccema de manos a los 55 años”, al mismo tiempo que ha lamentado que muchos se automedican y acuden a informaciones inexactas porque no hay citas médicas disponibles.
Combatir la desinformación de las redes sociales
En este evento también ha participado el divulgador científico e ‘influencer’ Farmacéutico Fernández, que ha advertido de que “las redes sociales no son el lugar para buscar información sobre salud” y ha pedido contrastar con farmacéuticos o médicos antes de probar los remedios que en ellas se difundan.
Por su parte, Juan Fran Cuello de Oro, director general de LEO Pharma Iberia, ha explicado que las farmacéuticas tienen que trabajar junto a los periodistas para combatir la desinformación: “Estamos trabajando en romper el estigma que tienen los pacientes con enfermedades dermatológicas”.
Por último, el secretario de ANIS y moderador de la jornada, el periodista Alipio Gutiérrez, ha resaltado la importancia de que los medios contribuyan a no llevar a la opinión pública informaciones de las redes sociales “que no son veraces, que no son ciertas o que directamente son bulos”.