Dodi Lukebakio y su futuro: "Ya se verá, ahora llevo al Sevilla en mi corazón"

Ha acabado el mercado de fichajes y uno de los grandes temores del sevillismo se ha disipado. Aunque se deslizó el interés de algunos grandes de Europa, a la hora de la verdad nadie ha venido apostando fuerte por Dodi Lukebakio y el jugador belga decidió desde el primer momento seguir en el Sevilla FC. Es la estrella del equipo, está ante la mejor temporada de su carrera y quiere culminarla para, ya en verano, decidir con más tranquilidad cuál va a ser su futuro.

En un Sevilla tan necesitado económicamente, parece complicado que su mejor futbolista vaya a continuar en el club, pero aún quedan 15 partidos para disfrutarle y, sobre todo, necesitarle, ya que la solvencia ofensiva del equipo depende mucho de él.

Lukebakio ha concedido este fin de semana una entrevista muy personal a El País, pero también ha tenido tiempo de hablar de su futuro, su estado de forma presente y también de su pasado. “Estoy en el mejor momento de mi carrera, sin duda. Este año me están saliendo las cosas bien. Quiero mejorar mis estadísticas, pero siempre pensando en el bien del equipo. El Sevilla es un club muy grande y todos vamos a trabajar para devolverlo a donde se merece”, expresaba.

Su temporada actual no tiene nada que ver con la pasada, marcada por la desafortunada lesión que sufrió en Palma de Mallorca en la primera vuelta. “Tuve lesiones y me perdí bastantes partidos. También, honestamente, la situación del club era muy difícil. Tuvimos tres entrenadores y eso es complicado. La dinámica este año es mucho mejor”.

Y lo más importante, su futuro, sobre el que deja todo en el aire. “Ya se verá. Solo Dios lo sabe y ahora llevo al Sevilla en mi corazón”. En el club están resignados a perderle, ya que será muy difícil que siga en Nervión un futbolista de ese nivel, pero también esperanzados a sacar por él una cifra récord en un traspaso que alivie en parte la maltrecha tesorería.

El Lukebakio más personal

“Yo soy producto de un país diverso y multicultural como Bélgica. En Bruselas conviven muchas nacionalidades y creo que esa combinación es buena porque nos da muchas ventajas. Hablo francés con mi mujer, aprendí holandés en el colegio, mis padres se expresan en lingala y sé inglés. Ahora estoy aprendiendo español. En la selección hablamos francés y flamenco, todos nos enriquecemos”, indicaba.

Lukebakio es belga, pero con ascendencia congoleña. “Hay mucho de África en mí, claro. Hay aspectos de su cultura que se viven en mi familia. La sangre del Congo corre por mis venas y soy producto de una mezcla”.

Y además volvió a mostrar su profunda religiosidad. “Soy lo que soy gracias a Jesús. Hace ocho años lo descubrí y la religión cristiana es básica en mi vida. Sin la religión, mi vida no tendría sentido”.