La UEFA multa al Real Madrid y amenaza con el cierre parcial del Bernabéu por comportamiento discriminatorio
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Los hechos se remontan al partido contra el Manchester City
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La UEFA pide el cierre parcial y una multa de 30.000 euros
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Ancelotti, encantado con la capitanía de Vinicius: "Le da más responsabilidad"
La UEFA ha impuesto al Real Madrid una sanción que incluye el cierre parcial del estadio Santiago Bernabéu, condicionado durante dos años, y una multa de 30.000 euros. Esta decisión surge a raíz de comportamientos discriminatorios por parte de algunos aficionados durante el reciente encuentro de la Champions League contra el Manchester City, donde se jugaban un pase a los octavos de final.
La UEFA ordena el cierre parcial del Santiago Bernabéu
El órgano de Apelación de la UEFA ha determinado que, en virtud del artículo 14(2) de su Reglamento Disciplinario, el Real Madrid deberá clausurar al menos 500 asientos en su próximo partido en casa en competiciones europeas. Esta sanción queda en suspenso durante un periodo de prueba de dos años. Si no se registran incidentes similares en ese tiempo, la clausura no se llevará a cabo.
Además, el club deberá abonar una multa de 30.000 euros como consecuencia de los incidentes ocurridos el 19 de febrero, cuando el Real Madrid venció 3-1 al Manchester City.
La UEFA ha enfatizado que este tipo de comportamientos discriminatorios son inaceptables y que tomará medidas firmes para erradicarlos del fútbol europeo. El Real Madrid, por su parte, aún no ha emitido un comunicado oficial en respuesta a la sanción impuesta.
Cánticos homófobos hacia Pep Guardiola
El castigo llega después de que, tal como recoge el diario Marca, parte de la afición madridista lanzara cánticos homófobos dirigidos a Pep Guardiola durante el partido. Con el marcador 2-0, desde la grada se escucharon insultos hacia el técnico catalán, incluyendo frases ofensivas como: "Ay, Guardiola, que delgado se te ve. Primero fueron las drogas. Hoy por Chueca se te ve”.
Más tarde, tras el tercer gol del Real Madrid, los cánticos tomaron un tono irónico con un repetido "Guardiola, quédate", mientras el Bernabéu celebraba la victoria con olés.
Pese al ambiente hostil, Pep Guardiola mostró su habitual deportividad y, tras el pitido final, abrazó a Carlo Ancelotti, además de despedirse de los jugadores blancos, los colegiados del encuentro y los 2.000 aficionados del City que viajaron hasta Madrid para animar a los suyos.
