El Betis de los milagros

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El Betis, ante una oportunidad histórica
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Los fracasos y los éxitos, trabajo en equipo
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Este Betis es de Champions League... y segundo en LALIGA EA Sports
El milagro de Manuel Pellegrini. Un mantra férreamente instaurado en la ciudad desde hace un lustro y que muchos han interiorizado hasta el punto de no ver más allá de la figura del entrenador. Para muchos, no existe nada tras él. Élite y ambicioso a partes iguales, por cierto. Una definición ciertamente correcta, ya que los números, que lo califican como el técnico más ganador de la historia del club, hablan por sí solos, pero a la vez incompleta, pues en honor a la verdad bien convendría discernir todos los instrumentos, argumentos o herramientas que han convertido a este Real Betis en uno de los mejores de todos los tiempos.
El enunciado es conciso. Si se logran los objetivos, se consumará el enésimo milagro de Manuel Pellegrini Ripamonti. Y si algo se tuerce, el fracaso vendrá medido seguramente por la mala gestión económica, la inaptitud del consejo, la poca capacidad de la dirección deportiva o incluso la falta de compromiso en la plantilla. ¿Les suena? Ocurrió con Lorenzo Serra y se vuelve a repetir ahora. Ese es el eslogan que corre como la pólvora en los aledaños por Heliópolis. Una consigna que por más que sea repetida no se convertirá en una verdad absoluta. O al menos no del todo completa. Porque el fruto que se recoge no deja de ser el broche final a un sinfín de piezas que permiten que el engranaje funcione.
Los números no engañan a nadie. Manuel Pellegrini es el entrenador con mayor porcentaje de victorias. El que menos pierde en la historia del Betis. El que convirtió lo fantasioso en un habitual. Ese que trajo a Heliópolis un campamento base llamado Europa. También el único capaz de unir a una hinchada cuando menos particular. Pero sin un respaldo detrás nada de eso existiría. Es un trabajo en equipo.
Lo del Betis, trabajo en equipo
Y es que, sin quitarle mérito alguno al entrenador, para entender las claves del resurgir del equipo en 2025 también hay que poner en valor la aptitud de la entidad para saber reaccionar, corregir las carencias que arrastraba la plantilla y poner toda la carne en el asador en enero. Porque rectificar también es acertar. Cuadrando el límite salarial y volviendo al 1/1 cuatro años después. Con superávit por primera vez desde la pandemia. Siendo el club que más invirtió de LALIGA. Firmando a Antony, el mejor refuerzo invernal de la competición. Incentivando la promoción de Jesús Rodríguez -apuesta de club-, de los jugadores más prometedores de los últimos años. Una serie de herramientas que seguramente favorezcan que se vuelva a producir "el milagro" de cada año.
Porque todos han fallado. En muchos momentos. Cada parte ha tenido su cuota de culpa en los fracasos. La gestión de los derbis, la apatía de algún futbolista, el ridículo perpetrado en Europa, las carencias en la planificación, la falta de transparencia en según qué discurso, los errores en ciertas políticas de marketing o incluso el desapego (con razón) de la afición con algunas prácticas. Ahí todos han tenido su cuota de culpa. Pero también en los aciertos.
Nabil Fekir, Cristian Tello, Andrés Guardado, Borja Iglesias -que venía ser el máximo goleador español-, William Carvalho, Guido Rodríguez, Emerson Royal, Claudio Bravo o Álex Moreno eran algunos de los futbolistas que tuvo a su disposición el entrenador en su primera temporada como dirigente del Real Betis Balompié. Una plantilla por entonces valorada en casi 210 millones de euros. Luego fueron llegando Ayoze Pérez, Germán Pezzella, Luiz Felipe, Rui Silva, Willian José, Pablo Fornals, Ez Abde, Johnny Cardoso, Isco Alarcón, Gio Lo Celso o Antony, entre otros.
En total 317 millones invertidos y 356 ingresados por ventas desde el último ascenso a Primera División. Precisamente, cuando expire esta temporada la entidad alcanzará un hito jamás visto por Heliópolis. El Real Betis solo ha estado una vez 10 años en la máxima división del fútbol nacional pero nunca más de esa cantidad. Fue en los años 80, después del ascenso con los Cardeñosa, Esnaola, Gordillo y compañía... Lograron mantener al equipo en la élite hasta la promoción de Tenerife, en la 88-89. Una vez se consume una nueva permanencia, que se hará en unas semanas, se instaurará un nuevo registro. Los actuales dirigentes conseguirían por tanto algo que ningún presidente ha logrado jamás.
Ahora, ante la opción de regresar a Champions League, encadenar cinco años seguidos en Europa y poder hacer algo grande en la Conference, el mantra reaparece de nuevo. El milagro está cerca de consumarse. Pero ese milagro, con los datos en la mano, no existiría sin ese carrusel de milagritos que convierten, para bien o para mal, a este en uno de los mejores Real Betis de la época moderna.
