La fiesta del equipo con la afición del Betis: "Temblaba hasta el estadio"
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El Betis goleó 0-4 en Guimaraes
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Por primera vez en el Siglo XXI en cuartos de Europa
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Ultras del Guimaraes tienden una emboscada a la afición del Betis en la puerta del estadio
El Real Betis demostró este jueves en Guimaraes que el empate (2-2) de la ida ante el Vitoria fue un accidente y goleó al conjunto portugués (0-4, con doblete del congoleño Cédrick Bakambu y sendos tantos de Antony e Isco Alarcón) para obtener una cómoda clasificación a cuartos de final de la Conference League.
Se trata de la tercera ocasión en la historia, primera en el siglo XXI, que el club verdiblanco alcanza la antepenúltima ronda en una competición europea, tras sus singladuras de las ediciones 1977-1978 y 1997-1998 en la extinta Recopa.
El equipo del chileno Manuel Pellegrini se adelantó antes de cumplirse el quinto minuto, cuando Jesús Rodríguez ya había avisado en una incursión hasta la línea de fondo, gracias a Bakambu, que salió airoso del contacto con el central Borevkovic tras un pase en profundidad de Antony y batió por bajo a Varela en su salida.
El mejor partido del Betis en Europa
Antony también estuvo en el origen del segundo tanto, de nuevo obra de Bakambu, en una acción que inició Isco con una apertura hacia el brasileño, quien hizo la pausa para esperar la llegada por el pasillo de Ruibal, cuyo centro atrás cabeceó el ariete de origen francés lejos del alcance del portero.
Era un Betis, el de la primera media hora, que jugaba a placer porque privó del balón a los lusos, cuya principal virtud es el juego asociativo pero que carecen de mecanismos defensivos para incomodar la circulación de pelota de los andaluces.
Aunque reaccionó el Vitoria al final del primer tiempo con un tiro peligroso de Nuno Santos que detuvo Vieites y Luis Freire quiso activar su equipo con dos cambios en el descanso, la sentencia llegó en el primer contragolpe bético del segundo periodo, lanzado por Isco y culminado con un zurdazo raso de Antony.
Las dos estrellas del Betis intercambiaron los papeles de asistente y goleador en la jugada del cuarto gol, cuando el Vitoria ya había bajado los brazos, en una acción en la que el extremo cedido por el Manchester United llegó hasta la línea de fondo para regalarle el tanto al malagueño, que empujó el 0-4.
La fiesta con la afición
Como no podía ser de otra forma, la afición explotó de júbilo. Finalmente se terminó con buen sabor de boca después de un día de incertidumbre, con los ultras del Guimaraes acechando a todo aquel que fuese de verdiblanco. Tras el pitido final, el equipo se acercó a la grada visitante para celebrar el pase con los más de 2.000 desplazados hasta Portugal. Relataban los allí presentes que "hasta temblaban las gradas", síntoma inequívoco de lo tanto que se necesitaba un golpe así. Puedes ver el festejo en el vídeo de arriba.
