Rafa Alkorta desvela una pelea dentro del vestuario tras lo de Luis Pérez y Latasa: "Agarrado por dos"

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El lateral le dio un puñetazo a su compañero
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Y tuvo que ser frenado por Cömert
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La conversación entre Latasa y Luis Pérez que desencadena en el puñetazo: "Máquina"
El Real Valladolid vivió este fin de semana una de las imágenes más bochornosa de la jornada. En medio de la dolorosa goleada ante el Getafe en casa, ante su afición, Luis Pérez le propinó un puñetazo a Latasa que ha provocado un auténtico terremoto en el equipo pucelano.
Todo comenzó cuando el lateral se lanzó a darle un puñetazo a su compañero, que casi ni se inmuta y tuvo que ser frenado por Cömert, que se encontraba sentado entre ambos, para no llegar a mayores. La tensión terminó resolviéndose con Luis Pérez camino de vestuarios para evitar que el desencuentro fuera a más.
Tras el desencuentro con Latasa, Luis Pérez volvió al banquillo y ahí dejó una imagen clara de aflicción. El '2' pucelano, con rostro serio y manos en la boca, recibe el abrazo y unas palabras de apoyo de su compañero al oído. Al instante, se queda solo y se pone las manos en la cara en lo que parece que está a punto de llorar.

Rafa Alkorta cuenta una pelea tras lo ocurrido entre Luis Pérez y Latasa
Con comunicado incluido por parte del club anunciado que aplicará el código disciplinario a ambos jugadores, no son pocos los que se han pronunciado sobre lo ocurrido.
De hecho, Rafa Alkorta, durante su intervención en El Larguero, ha contado una anécdota durante su etapa de futbolista. "Una vez, el típico entrenamiento después del partido, que los titulares salen antes. Los que habíamos jugado de titular, habíamos entrado antes. Yo había entrado antes, ¿te acuerdas Álvaro? En el vestuario que había antes. Estaba con el espejo ahí afeitándome. De repente veo pasar a un compañero mío, y lo veo pasar con una tranquilidad, una pachorra...", comienza contando.
"Al minuto aparece otro, agarrado por otros dos, gritando: 'te mato, te voy arrancar la cabeza...'. Y yo afeitándome no daba crédito, mirándolos por el espejo", siguió desvelando.
"No llegó la sangre al río porque al que venía detrás, venía con dos que le engancharon y lo pararon. Pero entró gritando, '¿donde está?', y yo pensaba 'joder, el primero, qué cabrón, que tranquilo, estos se han quedao en el campo y yo me meto para dentro'", añadió.