Un charco en el área, cruz y cara para el Cádiz CF en Burgos: resumen y goles

Un puntito más lejos del descenso. Esa es la sensación con la que se va el Cádiz CF de Burgos, alargando su racha a cinco partidos consecutivos sin ganar pero, al menos, logrando un empate en el tramo final que le permite aumentar levemente su ventaja sobre un Eldense que cayó derrotado este mismo sábado en el primer partido de la tarde. En El Plantío, bajo un manto de agua, un charco en el área sur fue el gran protagonista para el cuadro amarillo.

Mucha agua y dos goles sobre la bocina

Caía tal chaparrón sobre El Plantío que el fútbol se convirtió casi en impracticable. Era difícil dar tres pases seguidos, era difícil buscar un balón raso en largo, era difícil elaborar una jugada. Así que todo lo que sucedió fue por arriba.

Fer Niño tuvo la primera tras un balonazo a la espalda de la defensa cadista, pero disparó a las nubes. Climent respondió con una buena jugada primero y con un disparo al aire después, incapaz de atinar en ninguna de las acciones. Y el Cádiz acabó adelantándose en el 42' a balón parado, cómo si no ante tal manta de agua: la puso Alex, prolongó Chris, la empujó Sobrino.

No le duró demasiado la alegría al cuadro amarillo, pues el Burgos empató en la última jugada del primer tiempo. Cómo no, tras otro balón aéreo, con un centro desde la izquierda de Sancris que pilló saliendo a toda la zaga del Cádiz y dejó solo a Marcelo Expósito para empujarla. 1-1, a vestuarios y a cambiarse de ropa.

El Cádiz, de charco en charco

No cambió demasiado el panorama en la segunda mitad, con los charcos haciéndose cada vez más evidentes en las áreas. Aún así, el cuadro burgalés siempre dio mejores sensaciones, ganador de duelos aéreos y más cerca siempre del área rival.

Todo lo cambió precisamente un charco de agua en el área del Burgos. En el 65', esa pequeña balsa de agua impidió que Matos empujara a la red el 1-2. Poco después, David González se aprovechó de la fragilidad defensiva de Kocacevic y sobre todo de Iza para hacer el 2-1 adentrándose en el área. Y en el 84', cuando el Cádiz parecía muerto, el mismo charco de antes frenó el balón para que Roger sólo tuviera que empujarla y anotar el empate definitivo.