Bradley Wiggins confiesa la adicción a la cocaína durante su carrera: "Mi hijo pensaba que me iba a encontrar muerto"

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Bradley Wiggins ha desvelado su dura adicción a la cocaína
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El británico tiene ocho medallas olímpicas, cinco de oro y un Tour
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En 2016, Bradley Wiggins anunció su retirada como el ciclista más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos, con ocho medallas y cinco de oro, con la dificultad añadida de hacerlo tanto en ruta como en pista. Una carrera espectacular a la que sumó el Tour de Francia en 2012 y todo tipo de éxitos que escondía una adicción a la cocaína que ha desvelado ahora.
Así lo ha asegurado una entrevista con The Observer el británico, ganador también de siete Mundiales en pista y uno en ruta, además de la Dauphiné Libéré, la París-Niza o el Tour de Romandía. Durante los últimos años, el prolífico ciclista ya fue desvelando detalles de su tormentoso pasado como la mala relación con su padre tras mudarse con su madre a Londres, el abuso que cometió un entrenador con él a los 13 años o este consumo de cocaína.
Las confesiones de Bradley Wiggins
"Había veces que mi hijo pensaba que me iba a encontrar muerto por la mañana. Era un adicto funcional. La gente no se daba cuenta, pero estaba drogado la mayoría del tiempo durante muchos años", aseguró Wiggins en dicha entrevista con The Observer.
Wiggins, que confirmó que dejó la cocaína hace un año, dijo que Lance Armstrong, exciclista al que quitaron siete Tours de Francia por dopaje, se ofreció a pagar su tratamiento.
"Me di cuenta de que tenía un gran problema y de que tenía que parar. Tengo suerte de estar aquí. Ya me odiaba lo suficiente y lo estaba amplificando. Era una forma de autolesionarme y de sabotearme a mí mismo. No era la persona que quería ser. Estaba haciendo mucho daño a gente cercana a mí".
"No tengo punto medio. No me puedo beber un vaso de vino. Si me bebo un vaso de vino, compro drogas. Mi tendencia a las drogas era una forma de aliviar el dolor con el que vivía", añadió Bradley Wiggins.
