El Dacia Duster más sencillo cuesta menos de 20.000 euros

El Dacia Duster 2025 continúa siendo uno de los SUV compactos más accesibles del mercado, especialmente en su versión más sencilla. Esta variante, equipada con el motor 1.0 TCe ECO-G de 100 CV y acabado Essential, parte de un precio inferior a los 20.000 euros, situándose como una de las alternativas más económicas para quienes buscan un todocamino funcional y robusto sin realizar una gran inversión.

La motorización combina gasolina y GLP, lo que permite reducir costes de uso y obtener la etiqueta medioambiental ECO. Este sistema bifuel no solo mejora la eficiencia en términos de consumo, sino que también amplía la autonomía total del vehículo al contar con dos depósitos. A nivel dinámico, el rendimiento es adecuado para un uso cotidiano, con una entrega de potencia suficiente para desplazamientos urbanos e interurbanos.

El equipamiento de serie, aunque básico, incluye elementos esenciales como aire acondicionado, control de crucero, elevalunas eléctricos y un sistema multimedia con conectividad Bluetooth. En este sentido, la versión Essential cumple con lo necesario para garantizar un uso cómodo y funcional, sin recurrir a elementos superfluos.

En términos de espacio, el Duster ofrece un maletero de 445 litros y una buena habitabilidad interior, lo que refuerza su vocación práctica. La altura libre al suelo, superior a la de muchos rivales de su segmento, permite afrontar caminos irregulares sin dificultad, añadiendo una dimensión adicional de polivalencia.

El Dacia Duster es una opción económica sin renunciar a lo esencial

Lo destacable en este caso es que el Dacia Duster logra mantener un precio por debajo de los 20.000 euros incluso en su configuración con etiqueta ECO, algo poco común entre los SUV actuales. Esta cifra se sitúa como un argumento clave para quienes priorizan el coste total de propiedad y la eficiencia.

Por todo ello, el Duster más asequible se posiciona como una solución sensata en el contexto actual, combinando simplicidad, fiabilidad y costes contenidos. Una fórmula que sigue funcionando para quienes valoran la funcionalidad por encima del equipamiento o el refinamiento.