La anécdota de Lucas Ocampos con Matías Almeyda que cambió su carrera: "Me levantó por los aires"

Si alguien conoce bien al Sevilla y a Matías Almeyda, su nuevo entrenador, es Lucas Ocampos. El extremo exsevillista, que se marchó a México hace menos de un año, ha atendido a los medios oficiales de la entidad blanquirroja y, con anécdotas y reflexiones, ha bendecido la llegada del técnico al Sánchez-Pizjuán.

En una extensa charla que el club ha compartido en redes sociales, Lucas Ocampos repite en varias ocasiones que cree que Almeyda "va a caer bien en el Sevilla" y argumenta que "es muy parecido a como fue como jugador. Fue un jugador con mucho talento, pero también con mucha garra, con mucha energía, con mucha entrega y mucho corazón"-

"Es un entrenador que le gusta ir para adelante, que le gusta ser protagonista y que le exigirá lo mismo a los jugadores que se exigía a él cuando era futbolista. Cuando lo tuve, fue un entrenador que me marcó porque yo era un jugador también un poco diferente, no era tan aguerrido como fue pasando los años, pero él me inculcaba todo el tiempo eso, la actitud no se lo negociaba y eso para él es primordial", añade antes de insistir en que "la presión que sintió él en su primer año en River le ha permitido estar preparado para todo".

Lucas Ocampos, Matías Almeyda y la cantera del Sevilla

En este mismo sentido, Ocampos añade que "tanto él como su staff, que es casi el mismo que estaba cuando yo se los tuve, para que el Sevilla le vaya de la mejor manera y no tengo ninguna duda de que va a ir bien o por lo menos va a dar todo lo que tiene y representará bien ese escudo que es muy importante para todos".

"Un día fuimos a jugar contra la primera -el primer equipo de River Plate- (...) me queda una jugada en el medio y me sale Matías y nada, la única manera de salir de esa situación era tirarle un caño a Matías y con todo lo que implicaba, le tiro un caño, obviamente me hace foul y me dice que no lo haga más, como todo jugador experimentado a un chico que sube de entrenamiento, no lo haga más, en otros términos obviamente. Y la siguiente jugada, lo mismo y me quedó otra jugada similar y sin falta de respeto ni nada, era la única opción que tenía y lo volví a hacer, le volví a tirar un caño y ahí me levantó por los aires", recuerda entre risas.

"Creo que eso me dio pie a que cuando él asume mes y medio después el banquillo, me suba", recuerda antes de mandarle un mensaje a los canteranos del Sevilla que puedan entrenar con él. "Los chicos que tengan la posibilidad de subir con el primer equipo, de entrenar y nada, darse cuenta de dónde están, es una posibilidad única, hay un entrenador que seguramente lo está mirando, hay compañeros que lo están mirando, y nada, que hay un club que en este momento los necesita y que la gente lo va a reconocer, la gente al final cuando uno da todo por el escudo que lleva y lo vive de la manera que tuve la posibilidad de vivirlo yo, la verdad que lo van a disfrutar, así que ojalá que aprovechen esa posibilidad que tengan a los chicos que les toque estar en la pretemporada o los que vayan subiendo en el año, porque seguramente Matías y todo su cuerpo técnico y todos los jugadores los estarán mirando y estarán deseando que les vaya bien en esas oportunidades que tengan".