Primeras impresiones Tony Hawk’s Pro Skater 3 + 4: regreso a la adolescencia

Volver a jugar a Tony Hawk’s Pro Skater 3 + 4 es como reencontrarse con un viejo amigo de la adolescencia. Esa mezcla de nostalgia, adrenalina y deseo de superarse revive con fuerza en esta nueva entrega que, si bien sólo nos hadejado saborear una demo, ya nos deja entrever que estamos ante algo muy especial. Gracias a esta demo anticipada a la que hemos tenido acceso, hemos podido explorar algunos de sus niveles clásicos.

Como muchos, crecí intentando imitar en la calle lo que conseguía en la consola. Pero en la vida real dolían mucho más esos golpes con la tabla. El juego no solo me enseñó a reconocer el mundo como un potencial parque de skate, sino también a disfrutar del fracaso como parte del aprendizaje. Y esa esencia sigue intacta aquí. Iron Galaxy, el estudio responsable de esta remasterización, parece haber entendido perfectamente la misión: traer de vuelta la magia de los clásicos sin sacrificar la frescura del legado original.

Jugabilidad: tan desafiante como satisfactoria

Desde el primer momento, la demo deja claro que no estamos ante una experiencia casual. La curva de aprendizaje sigue siendo exigente, como en los juegos originales, lo cual es una bendición para los veteranos. Realizar combos complejos, cargar el medidor especial, ejecutar trucos imposibles y fallar en el último segundo sigue siendo igual de frustrante y divertido. La respuesta del control es precisa y la fluidez con la que se enlazan los movimientos transmite esa sensación de "volar sobre ruedas" que hizo famosa a la saga. Y con ese sonido genial de las ruedas sobre el asfalto y la tabla golpeando una superficie. Música celestial para los oídos de los que crecimos en los 90.

El sistema de juego conserva la estructura de objetivos por nivel, incluyendo clásicos como recolectar letras S-K-A-T-E o realizar ciertos trucos en zonas concretas. Aunque se han eliminado los elementos de misiones más abiertas introducidos en THPS4, se ha optado por una mayor coherencia global, permitiendo incluso modificar el tiempo límite de los niveles para quienes busquen una experiencia más relajada o accesible.

Dos niveles clásicos y nuevos personajes

La demo incluía dos escenarios inolvidables como La Fundición y La Universidad, todos reconstruidos con un nivel de detalle impresionante. Cada entorno no solo luce mejor que nunca, sino que está lleno de pequeños ajustes que mejoran la experiencia: rampas mejor ubicadas, estructuras ahora accesibles y nuevas posibilidades de grind.

La demo también nos permitió probar con dos patinadores. el propio Tony Hawk, que ahora luce algo más mayor, pero sigue siendo un as sobre la tabla, y la joven brasileña Rayssa Leal, uno de los talentos jóvenes más prometedores. También podías elegir al Doom Slayer si ya tenías pre-reservada la Edición Digital Deluxe. También pudimos echar un ojo al editor de personajes, pero no utilizarlo, pero parece que podremos personalizar al máximo a los famosos skaters y crear a nuestro personaje desde cero. 

Un homenaje musical con sabor moderno

La banda sonora es una declaración de intenciones. A los clásicos de Motorhead, Run-D.M.C. o The Faction, se suman artistas actuales como Fontaines D.C., Idles y Thee Oh Sees, logrando una mezcla perfecta entre nostalgia y actualidad.

Quizá lo más admirable de esta entrega es su capacidad de actualizar sin traicionar. Iron Galaxy ha sabido introducir mejoras y ofrecer opciones de accesibilidad sin romper la esencia que hizo grande a la saga. La posibilidad de ajustar el temporizador, la velocidad del juego o activar ayudas para mantener el equilibrio es una prueba de que el juego está pensado tanto para nuevos jugadores como para los fans de siempre.

Aun siendo una versión preliminar, Tony Hawk’s Pro Skater 3 + 4 apunta a convertirse en un ejemplo de cómo se debe tratar un legado. Respeto, pasión y un profundo conocimiento de lo que hizo especial a los originales son las claves de este prometedor regreso. Nosotros ya estamos listos para volver a grindar hasta el amanecer.