Probamos Shadow Labyrinth, el metroidvania de Bandai Namco en el que a PAC-MAN se le va la olla

Después del boom en la esfera independiente, cada vez más empresas grandes se unen a la moda de los metroidvania. Si bien Nintendo rescató hace unos años la saga Metroid con Dread y Prime Remastered, y con Prime 4: Beyond en camino, y Ubisoft rescató Prince of Persia produciendo La Corona Perdida bajo esta idea de diseño, ahora ha sido Bandai Namco quien ha sacado su propia apuesta: Shadow Labyrinth. Un juego que continúa lo planteado en el capítulo de PAC-MAN de Secret Level, la serie de Amazon Prime Video enfocada en diferentes mundos del videojuego. Es un título que sorprende (y mucho) por su mundo futurista de aura oscura, su misterio, el diseño de enemigos (sobre todo, los jefes) y sus power up.

Si bien este videojuego de acción 2D y plataformeo es una apuesta de tamaño reducido, menor presupuesto y baja exigencia en PC, luce genial a nivel visual y está súper pulido a nivel técnico. Su beta, de unas tres horas (algo más si sois muy curiosos), nos ha dejado con ganas de más. Afortunadamente, sale a la venta el próximo 18 de junio en Nintendo Switch, Switch 2, PlayStation 5, Xbox Series X/S y PC a través de Steam, por lo que no tendremos que esperar mucho. Estas son nuestras primeras impresiones.

En cuanto a lo narrativo, Shadow Labyrinth nos plantea un mundo futurista en un planeta extraño. Es el año 3.333, y Puck, un robot con aspecto de PAC-MAN, ha invocado a The Swordsman, nuestro personaje. Ataviado con una tela a modo de túnica y un brazo mecánico que nos permitirá blandir la espada, emprendemos nuestro viaje sin saber muy bien quién somos o qué hacemos aquí. Los primeros contactos con enemigos nos hacen presagiar que nuestro amigo el Comecocos es el auténtico villano de la historia, aunque tendremos que seguir jugando si queremos comprobar la realidad. Aquí nada es lo que parece.

Como en todo Metroidvania, la exploración es muy importante

En este título la exploración cobrará especial importancia. Se nos dan diferentes herramientas como el salto, agarrarte a salientes, escalada por paredes o techos con hiedras y raíles que podremos transitar transformados en PAC-MAN. Del mismo modo, hay bifurcaciones, alguna de ellas nos llevará al mismo camino en ambos casos pero nos aguarda una recompensa. Otras veces serán solo caminos distintos que no siempre podremos terminar de recorrer porque necesitaremos algún poder que aún no hemos conseguido.

Además, hemos observado que hay un diseño milimétrico del mapa. Esto requerirá de bastante precisión para alcanzar algunos saltos durante el plataformeo y caer exactamente donde necesitas. Está en ese punto medio en el que no es del todo fácil y te sientes habilidoso por realizarlo, pero no tan difícil como para requerir más de dos o tres intentos. Por fortuna, el control está pulidísimo, es muy preciso, así que no será un problema. Del mismo modo, desde bien pronto encontraremos algunos elementos a los que no podremos acceder porque necesitaremos el doble salto, dash en el aire o cualquier otra pirueta que desbloquearemos después. Es decir, que tendremos que hacer backtracking (para sorpresa de nadie) si queremos recoger todos los elementos y mejoras que nos proporciona el título.

Sobre estos power up, van desde mejoras en el salto hasta nuevos gadgets e incluso transformarte en un mecha. Unos nos ayudarán especialmente en la navegación por el mapa, y otros tendrán más importancia en el combate. En este sentido el diseño, tanto de escenarios como de enemigos, te insiste un poco en que los domines todos para superar el obstáculo de turno. Alguna de estas mejoras servirá incluso para recoger materiales que nos servirán para craftear o comprar mejoras a un comerciante. Estas, por cierto, se consiguen mayormente haciendo que Puck (el PAC-MAN con muy mala sombra) se meta en tu cuerpo, te posea y se coma el cadáver del enemigo que acabas de derrotar (ver imagen principal).

El sistema de combate gana contra enemigos complicados

En cuanto al sistema de combate, es bastante sencillo, en cuanto a simple, desde el principio. Vamos desde un combo de espada de tres golpes y un dash para esquivar hasta el uso del mecha. Hay muchas más, pero no mencionaremos otras para no destripar demasiado y que sigan siendo sorpresa. Alguna de ellas sorprenderá. No obstante, la mayoría ya las hemos visto en propuestas similares. Sea como fuere, lo cierto es que funcionan bien.

No obstante, en la primera zona nos ha sabido a poco. Y es que hemos superado los primeros jefes con el sencillo truco: nos aprendemos el timing de la animación, hacemos esquive hacia su espalda. Entonces castigamos mientras termina la animación de ataque y comienza la del siguiente movimiento. Quizá demasiado sencillote. Por suerte, conforme avanza la aventura los jefes se van complicando un pelín más. Y, en cuanto al diseño visual, tienen muchísima personalidad, son espectaculares.

Esto en cuanto a los jefes. Con respecto a los enemigos básicos esparcidos por el mundo, recuerdan mucho a Metroid en el sentido de que son formas de vida locales en un planeta ajeno. Bichejos alienígenas que nos escupen, nos atrapan en su viscosidad o explotan delante de nosotros. Aunque, hasta cierto punto, son fácilmente esquivables y están un poco más por estorbar que para matarnos. Ni siquiera para conseguir ‘dinero’, ya que te darán muy poco y cada mejora es bastante cara. O derrotas a muchísimos enemigos o mejor estate quieto.

Shadow Labyrinth estará disponible en Nintendo Switch, Switch 2, PlayStation 5, Xbox Series X/S y PC a través de Steam. Así las cosas, este título saldrá a la venta en dos ediciones digitales, la estándar y la Deluxe, que nos traerá las pistas musicales. Del mismo modo, también se lanzará en formato físico en su edición estándar. En resumen, estamos ante un metroidvania muy canónico. Su pulido técnico, la sensación de intriga y mal rollo que nos da nuestro amigo PAC-MAN y sus controles sencillos lo hacen un título atractivo y asumible para cualquier tipo de jugador.