El Nápoles aprieta a Juanlu Sánchez y el Sevilla se mantiene firme en su postura
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Desde Italia insisten con el acuerdo Juanlu-Nápoles
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El Sevilla se mantiene firme en sus peticiones
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El Sevilla FC aguarda un tercer intento del Nápoles y Juanlu se va de vacaciones con su futuro por resolver
En Italia siguen apretando. A falta de apenas unos días para el inicio del mes de julio, y todo lo que ello conlleva para el Sevilla, los medios italianos siguen insistiendo con diferentes informaciones sobre la operación de Juanlu Sánchez y si hace días se trataba de la presión blanquirroja, ahora el empujón se centra en el propio futbolista.
Fue hace semanas cuando, como contábamos en ElDesmarque, el acuerdo entre Juanlu Sánchez y el Nápoles quedaba prácticamente cerrado. Solo restaban algunos flecos, pero el lateral tenía cerrado un precontrato hasta 2030 a falta del acuerdo entre clubes. Lo que se intentó en invierno, se tenía que cerrar en verano.
En estas, el prestigioso periodista italiano Di Marzio, anunció este pasado jueves una especie de reconfirmación por parte del club italiano y del jugador por el acuerdo cerrado.
Con este tipo de noticias, es evidente, el Nápoles continúa apretando y confirmando que ellos tienen el 'sí' de Juanlu Sánchez, que el futbolista quiere jugar allí, pero como hemos repetido en diversas ocasiones, el jugador no presionará ni forzará al Sevilla por el acuerdo. Le gusta la idea, sí; pero sin empujar a su equipo.
El Sevilla mantiene su postura con Juanlu Sánchez
Sin embargo, según cuentan diversas fuentes consultadas por este medio, ni la cuenta atrás de junio, ni este tipo de informaciones aparecidas en Italia durante las últimas horas, cambian la postura del Sevilla.
El club hispalense entiende, así lo trató con Juanlu Sánchez, que no se le puede cerrar la puerta al talento, pero también quiere un trato justo. Como contábamos hace días, las dos primeras ofertas -la segunda, entre fijos y pluses de 16 millones de euros- han sido rechazadas y en Nervión se mantienen en la petición de los 20 kilos.
Todas las partes parecen condenadas a entenderse, a llegar a un acuerdo millón arriba, millón abajo, pero lo que parecía ser un camino de rosas cuando apareció el director deportivo del Nápoles en Sevilla, se ha ido alargando más de lo esperado.