Este Mazda es mejor que el Volkswagen Golf en todo, y encima más barato

-
El Mazda 3 sigue siendo un referente
-
El deportivo de Mazda que muchos querrían poder comprar
El Mazda 3 se ha consolidado como una de las alternativas más completas y equilibradas dentro del segmento compacto. Con un diseño que prioriza la elegancia y un planteamiento técnico bien afinado, este modelo japonés se posiciona como una opción sólida frente a referentes tradicionales como el Volkswagen Golf, y lo hace con un precio inferior y una propuesta más coherente en varios aspectos clave.
La gama arranca con un motor de gasolina 2.0 e-Skyactiv G con hibridación ligera, disponible en versiones de 122 y 150 CV, ambos con etiqueta ECO. Esta motorización ofrece un funcionamiento refinado, consumos ajustados y una respuesta progresiva que prioriza el confort y la eficiencia sin renunciar a prestaciones. Además, el Mazda 3 cuenta con una transmisión manual precisa o, en algunas versiones, un cambio automático que mantiene un enfoque suave y orientado a la comodidad.

En cuanto al diseño, el Mazda 3 destaca con un estilo sobrio, dinámico y sin artificios. Las proporciones están muy cuidadas, y los acabados exteriores e interiores reflejan un nivel de calidad que va más allá de lo habitual en este segmento. Llama especialmente la atención el habitáculo, con una disposición limpia, materiales agradables al tacto y una sensación general de solidez que transmite empaque y madurez.
Un compacto de Mazda con alma de premium
El comportamiento dinámico es otro de los puntos fuertes del modelo. La puesta a punto del chasis ofrece un excelente compromiso entre agilidad, estabilidad y confort, con una dirección precisa y una suspensión que filtra sin perder el control. En este sentido, el Mazda 3 transmite un tacto de conducción más directo y agradable que el de muchos rivales, incluyendo al propio Golf.
Lo destacable en este caso es que Mazda ha optado por un enfoque más analógico en ciertos elementos, como el sistema multimedia, que se controla mediante mando giratorio y no por pantalla táctil. Esta decisión, lejos de ser un paso atrás, refuerza la ergonomía y minimiza distracciones al volante.
Por todo ello, el Mazda 3 no solo es una alternativa válida al Golf, sino que en aspectos clave como el diseño, la calidad percibida, el agrado de conducción y el equilibrio general, logra situarse un paso por delante. Y todo ello con un precio más competitivo que termina de redondear una propuesta difícil de igualar.