Alemania releva a España y domina el Eurobasket 2025

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Alemania vence a Turquía 83-88 en la final del Eurobasket 2025
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Luka Doncic y sus compañeros cargan contra el arbitraje ante Alemania
Alemania ha tomado el testigo de España como gran potencia del baloncesto internacional. La selección germana se coronó campeona del Eurobasket 2025 tras derrotar a Turquía en una final intensa (83-88), completando así un ciclo de dominio que replica el hito de ser campeona mundial y europea al mismo tiempo. Lo que para España fue un milagro en 2022, para Alemania se ha convertido en la consecuencia lógica de un equipo sólido, profundo y demoledor.
Alemania se lleva el oro del Eurobasket
El triunfo alemán no se explica por golpes de suerte ni hazañas puntuales: es fruto de una superioridad sostenida. Con un registro de 21-2 en sus tres últimos torneos FIBA, Alemania ha impuesto un estilo basado en disciplina, fuerza colectiva y recursos ofensivos variados. El nuevo seleccionador, Álex Mumbrú, superó incluso problemas de salud para convertirse en el primer técnico español que gana un Eurobasket masculino, un hito inesperado pero simbólico.
En el camino quedaron eliminados Luka Doncic y su Eslovenia en cuartos, y Alperen Sengun, que sostuvo a Turquía en la final. El título se explica, además, por la solidez del bloque: nueve jugadores repiten respecto al Mundial 2023, y la química del grupo resultó decisiva cuando las estrellas titubearon. Dennis Schröder, elegido MVP, firmó una actuación de menos a más, mientras Isaac Bonga fue nombrado mejor jugador de la final con un recital de 20 puntos, 5 rebotes y 4/4 en triples.
Turquía lo tuvo en la mano
La selección turca, sin embargo, estuvo a un paso de la gloria. Con un plan defensivo impecable y los triples de Cedi Osman (23 puntos), la dirección de Shane Larkin y el talento de Sengun, llegó al tramo final con ventaja (76-71). Pero en los últimos cuatro minutos perdió claridad ofensiva y abrió la puerta a la reacción alemana. Obst, Bonga y, finalmente, Schröder con seis puntos seguidos, sellaron la remontada.
Turquía, que suma su segunda plata continental, demostró que tiene madera para volver a pelear por títulos. Alemania, en cambio, consolidó con este oro (el segundo de su historia tras 1993) su condición de potencia dominante, igualando las gestas históricas de Yugoslavia, la URSS y España.
