Fiat tiene el mejor ‘plan b’ a las motos, y por menos de 60 euros al mes

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El Topolino es una buena solución
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Es uno de los coches más bonitos de Fiat, pero únicamente ha vendido 166 unidades en el último mes
Fiat ha situado al Topolino como una alternativa real a la movilidad urbana tradicional, especialmente frente a scooters y motocicletas. Este pequeño vehículo 100 % eléctrico responde a una demanda creciente de soluciones accesibles, sostenibles y fáciles de conducir en ciudad, todo ello con una fórmula de financiación que lo sitúa por debajo de los 60 euros mensuales. El planteamiento es claro: ofrecer lo esencial para moverse sin complicaciones y con una imagen simpática, diferenciada del resto de cuadriciclos del mercado.
Con 2,41 metros de longitud y capacidad para dos ocupantes, el Topolino encaja en cualquier rincón del entorno urbano. Su velocidad máxima está limitada a 45 km/h y su autonomía ronda los 75 kilómetros por carga, suficientes para cubrir desplazamientos diarios sin necesidad de infraestructura compleja. Lo destacable en este caso es que puede conducirse sin carnet de coche, algo que amplía significativamente su público potencial, incluyendo a conductores desde los 15 años con licencia AM.

Existen dos variantes: la estándar, con puertas convencionales y techo cerrado, y la versión Dolcevita, que añade elementos estéticos como techo de lona y puertas sustituidas por cintas textiles, orientada a un uso más recreativo. Ambas comparten la misma base técnica, con un planteamiento austero pero funcional. Fiat ha diseñado el Topolino bajo la premisa de la simplicidad, priorizando maniobrabilidad, bajo consumo energético y mantenimiento mínimo.
Una fórmula sencilla y urbana de movilidad eléctrica de Fiat
El plan de financiación vigente contempla una entrada inicial, cuotas mensuales reducidas durante tres años y una cuota final que permite quedarse con el vehículo o cambiarlo. Por todo ello, la cuota de acceso se sitúa por debajo de los 60 euros al mes, incluyendo además seguro a terceros durante el primer año. Este enfoque convierte al Topolino en una opción económicamente viable para quienes buscan evitar la compra directa o el mantenimiento de un vehículo más complejo.
Llama especialmente la atención cómo Fiat ha recuperado el espíritu del microcoche para adaptarlo a las necesidades actuales: compacto, eléctrico, sin pretensiones, pero con personalidad. En tiempos donde el acceso a la movilidad urbana se vuelve cada vez más costoso y limitado, el Topolino ofrece una respuesta práctica, asequible y adaptada al uso real. No sustituye a un coche convencional ni lo pretende, pero sí redefine la forma de moverse por la ciudad con una lógica minimalista y eficiente.