La pizarra de Carlos Corberán funciona, tres goles marcados a balón parado en seis partidos

Carlos Corberán ha logrado imprimir su sello en el Valencia CF. Especialmente en una faceta determinante, que siempre acaba por ganar puntos: las jugadas a balón parado. Con el tanto de Hugo Duro en el partido frente al RCD Espanyol en el acogedor RCDE Stadium, el equipo ha anotado tres goles provenientes de saques de esquina en seis jornadas de LALIGA EA SPORTS. Unos números que reflejan la efectividad de la estrategia del técnico de Cheste, así como la precisión de sus lanzadores y la capacidad de concentración y anticipación de sus futbolistas.

Y es que Hugo Duro ha anotado de cabeza en el minuto 62 frente al Espanyol, en una jugada de estrategia. Fue Ugrinic quien ejecutó el saque de esquina, con su pierna hacia dentro y la rosca alejándose del portero. De este modo el delantero getafense, cayendo al primer palo, giró el cuello para cruzar el balón hacia el palo largo. Con esta maniobra logró firmar tanto que suponía el 1-2 del Valencia frente al Espanyol. Pese a todo, los pericos empataron en la última acción del descuento.

Lo cierto es que no ha sido ni el primero ni el segundo. Para colmo, cada uno de los goles los ha servido un asistente y los ha marcado un goleador diferente. Así las cosas, el primer tanto en acción de estrategia llegó en la jornada 3 contra el Getafe. Entonces, Mouctar Diakhaby aprovechó un saque de esquina ejecutado por Luis Rioja para marcar de cabeza en el minuto 30, abriendo el marcador en Mestalla.

En la jornada 5, frente al Athletic Club, Baptiste Santamaría se erigió como protagonista al marcar un gol de cabeza tras un córner ejecutado por Javi Guerra en el minuto 61. Su desmarque hacia el primer palo y cabezazo fueron inapelables. Este gol fue clave para abrir la lata y que el Valencia se impusiera por 2-0 en Mestalla. Es decir, que, además de estar tocados por una varita en esta faceta, todos los goles han sido importantes.

Todos los goles de pizarra ponían por delante al Valencia

Estos tres goles evidencian la efectividad del trabajo de Corberán en los entrenamientos y su capacidad para aprovechar las jugadas a balón parado. Una faceta que puede marcar la diferencia en partidos equilibrados. La mejora en este aspecto del juego es una muestra tangible de la evolución táctica del equipo bajo su dirección. De este modo, on estos resultados, el Valencia se posiciona como uno de los equipos más peligrosos en jugadas a balón parado de LALIGA. Un factor que siempre acaba por ser determinante a lo largo de la temporada.