Victrix Pro BFG Reloaded de Turtle Beach: el mando modular definitivo

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Personalización extrema y comodidad máxima para los jugadores más competitivos
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Hall Effect, módulos intercambiables y ergonomía mejorada
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Turtle Beach vuelve a tentarnos con la nueva iteración de su mando de control estrella para PC y consolas: el Victrix Pro BFG Reloaded. Este periférico, sucesor directo del Victrix Pro BFG lanzado en 2023, no reinventa la rueda y ya hemos probado otros mandos modulares de la marca como el Stealth Pivot, pero sí pule detalles clave que lo convierten en un accesorio aún más atractivo tanto para profesionales de los esports como para jugadores que simplemente buscan un pad que esté a la altura de largas sesiones y distintos géneros.
Al tomarlo por primera vez sorprende que, estéticamente, apenas haya cambios. El diseño sigue siendo reconocible, robusto y contundente, con ligeros retoques cromáticos en las empuñaduras y en la base de los sticks que sustituyen el morado clásico por un gris sobrio. Es, de entrada, el mismo mando que muchos ya consideran una referencia en modularidad, pero con añadidos que responden directamente a las peticiones de la comunidad.

Evolución sutil pero significativa
El Victrix Pro BFG Reloaded mantiene la esencia de su predecesor: un mando completamente modular, con piezas intercambiables y un sistema de personalización difícil de igualar. La gran novedad es la incorporación de sticks y gatillos Hall Effect, que sustituyen componentes mecánicos tradicionales por sensores magnéticos, eliminando de raíz el temido stick drift y alargando notablemente la vida útil del controlador.
El otro gran cambio es el rediseño del Fightpad module, un accesorio con seis botones frontales optimizados ergonómicamente y pensado para los adictos a los juegos de lucha. La optimización de este panel puede parecer mínima sobre el papel, pero en la práctica ofrece mayor comodidad para jugadores de títulos de lucha, al permitir una colocación más natural de la muñeca y un acceso más ágil a los botones críticos.

Modularidad llevada al límite
La clave del atractivo de este mando sigue siendo su ecosistema de módulos. Dentro de la funda rígida de transporte (un detalle premium muy útil para llevar con nosotros a los torneos), encontramos hasta 11 componentes intercambiables, que incluyen: varios tipos de joysticks (estándar, cúpula, francotirador), distintos D-pads, incluido uno de tipo diamante y otro octogonal, el mencionado Fightpad de seis botones con microinterruptores Kailh y puertas para sticks con diferentes sensaciones.
El proceso de cambio es rápido e intuitivo: basta con usar el destornillador incluido, retirar el módulo y colocar el nuevo. No hay piezas frágiles ni sensación de que vayamos a dañar el controlador al manipularlo. Esta flexibilidad permite pasar de un layout asimétrico estilo Xbox a uno simétrico en segundos, o incluso configurar un esquema para zurdos, algo poco habitual en el sector.

Rendimiento en distintos géneros
Hemos estado probando el Pro BFG Reloaded en un abanico variado de juegos. Todos esos que hemos tenido que probar últimamente para nuestros análisis: desde títulos de conducción como Formula Legends o Sonic Racing: CrossWorlds, hasta shooters como Borderlands 4, pasando por títulos de lucha como Street Fighter 6. En todos los casos, el mando respondió con precisión milimétrica y comodidad sostenida.
Los gatillos con embrague de cinco pasos destacan especialmente en los FPS, al permitir ajustes de recorrido ultracortos para disparos más rápidos. Por su parte, los jugadores de lucha notarán enseguida la diferencia de los botones con microinterruptores del módulo Fightpad, que emulan la respuesta de un arcade stick pero integrado en un formato de mando tradicional.
No obstante, no es un accesorio exclusivo para la competición. Aunque está claramente enfocado en el mercado más hardcore, sus opciones de personalización hacen que también sea disfrutable para sesiones dométicas. El cambio de perfiles sobre la marcha y la compatibilidad con múltiples géneros lo convierten en un mando tremendamente polivalente.

Conectividad y compatibilidad multiplataforma
Turtle Beach ha cuidado también el apartado de conectividad. El Victrix Pro BFG Reloaded funciona de manera inalámbrica mediante un dongle de 2.4 GHz con baja latencia y una autonomía de hasta 20 horas por carga. Para los más puristas, incluye un cable USB-C trenzado de 3 metros que garantiza cero interferencias en entornos competitivos.
Existen versiones específicas para PlayStation (PS5 y PS4), Xbox (Series X|S y One) y PC. Cada una incluye funciones adaptadas: por ejemplo, soporte de audio 3D en PS5, compatibilidad con Dolby Atmos de por vida en Xbox, y en el caso de PC una app dedicada (Victrix Control Hub) que permite reasignar botones, ajustar zonas muertas y personalizar la experiencia al detalle.

Cabe mencionar que la PC Edition, que llegará a la venta este octubre de 2025, incorpora un trackpad adicional y la posibilidad de mapear entradas de teclado y ratón, aunque prescinde del módulo Fightpad (que se vende por separado).
Ergonomía y comodidad
El diseño general mantiene una silueta algo más grande que la del DualSense de PS5, con empuñaduras texturizadas que ofrecen un agarre estupendo en sesiones largas. El equilibrio entre peso y tamaño es adecuado, aunque puede costarte si estás acostumbrado a los mandos estándar.
Durante pruebas prolongadas, la ergonomía del Fightpad sobresalió: la disposición más elevada de los botones permite reducir la tensión en los pulgares y mejorar la precisión en inputs rápidos. Por otro lado, las cuatro palancas traseras mapeables son un recurso excelente para quienes buscan accesos directos para títulos concretos, como RPGs o algunos FPS.

El Victrix Pro BFG Reloaded está disponible desde septiembre a un un precio recomendado de 199,99 € para las versiones de PlayStation y Xbox, mientras que la PC Edition llegará este octubre por 179,99 €. Todas las versiones están disponibles en colores blanco o negro, y la marca ha anunciado también la venta del módulo Fightpad actualizado de forma independiente por 19,99 €.
Conclusiones
El Turtle Beach Victrix Pro BFG Reloaded no una importante revolución respecto a su antecesor y representa la madurez de una propuesta que ya era excelente. Los sticks y gatillos Hall Effect eliminan uno de los grandes problemas históricos de los mandos modernos, mientras que el rediseño del Fightpad responde de manera directa a las exigencias de los jugadores más competitivos. Es cierto que no es un periférico para todo el mundo, por su precio y sus características, pero si encajas en el perfil, es difícil encontrar un mando más completo.