San Mamés atiende la plegaria de Valverde y Selton nos deja un aroma a Manolo Sarabia
-
Selton es un regalo para los sentidos en el Athletic. El tiempo dirá
-
Selton Sued, ovacionado su debut como titular con el Athletic en San Mamés: "Me han entrado unos nervios terribles"
Súplica. Ruego humilde, pero ferviente, de Ernesto Valverde dirigido a San Mamés en la previa del Athletic Club vs Real Oviedo. Al amparo de la Catedral, el míster de Vitoria-Gasteiz no concebía sino la victoria antes de ese descanso liguero a fin de que la Euskal Selekzioa y el combinado de Palestina midan sus fuerzas en un encuentro marcado por el luto y el duelo.
Mientras en la franja de Gaza y Cisjordania los compatriotas de Ahmad Hamed, aita de Yaser, siguen siendo asesinados, el exfutbolista del Club Portugalete nos mostrará las heridas de las "batallas" libradas en Lezama, La Florida y Qatar.
Dense por citadas el resto de las camisetas que vistió el miembro de la familia que desencadenó 'De Portugalete a Ramala'. En plena pandemia mundial fue escrito aquel reportaje que rasgo la fina piel de mi compañero en ElDesmarque Asís Martín.
Ni el universo Athleticzale. Ni siquiera la plantilla. Ernesto Valverde. Sólo él sabía que la victoria frenaría el antes para que fuera posible un después que estuviera a la altura de un Club que compite en Champions League porque así se lo ganó con el cuarto puesto del pasado ejercicio.
De perder en Newcastle se venía...
El estadio donde el escocés Mark Knopfler me trasladó a un tiempo del que, como dice Van Morrison, no queda nada ni nadie. Pero somos el Athletic. El famoso Athletic Club. Así que, si Argoitia muere, dos nacerán. Hay que confiar. Si este Club maravilloso no va a explotar, por qué llorar. Yaser lo sabe. Sabe de Lezama y su cantera. Del Club Portugalete, donde Ezequiel Loza lo entrenó.
Cualquiera muere. Txutxi Aranguren, Nico Estéfano, Uriarte, Arieta, Rojo, y el último caído, José Mari Argoitia. Me acuerdo de su hijo Joseba, que lo llora. Y de J.A. Virumbrales, al que no hay que llorar porque... Cualquiera muere, y tres han nacido en esta semana que se nos ha escapado como humo entre los dedos.
Siempre hay relevos. Lepoan hartu ta segi aurrera. Luego de haber sido bendecido Alejandro Rego tras el gol decisivo ante el Real Mallorca, dos leones nacieron en territorio inglés. Selton y Hierro; Hierro y Selton, 'los aliviadores de Valverde'.
En la media punta colocó Txingurri a su protegido en la esperanza de que nadie castigara a su fragilidad. Alto. Delgado. Pinta de cigüeña más que apariencia de león. Desde que Manolo Sarabia hiciera flamear pañuelos en el viejo San Mamés, no había visto nada semejante. Que no sea flor de un día. Que no lo haya sido. Como una bailarina deslizándose por el hielo verde de San Mamés. Regalo para los sentidos.
El tiempo dirá. Sabio. Nadie como él. Incomparable Selton, este pequeño león con aspecto de 'Principito' en el Athletic Club.
No marcó. Ni siquiera asistió en el gol de Nicolás Williams que le dio a Valverde la victoria precedida por su súplica, por su ruego humilde. Fue Nico Williams en su máxima expresión. Aún mermado, o quizás por estarlo, quiso darle al Athletic lo que su entrenador demandaba. Profundidad. Regate. Y hasta una bicicleta antes de armar su zurda bestial. Para tanto como eso dio el partido.
Un gol de pañuelos sin pañuelos en San Mamés...
La llegada a su figura sentada de Selton, que no cabía en sí de gozo, una delicada joya que Lezama debe cuidar para que no sea pieza a cobrar por los cazadores que se disfrazan con zamarra, calzón, medias y botas como puñales. Tal vez, como ocurrió con Manu Sarabia, unas vacaciones en la Rioja alavesa. A los pies de la hermosa sierra de Cantabria, de Toloño también llamada.
Cualquiera muere. Sí. Dos, tres, cuatro, cinco nacerán. Alto es el índice de natalidad en el país del Athletic... Jauregizar, Unai Gómez, Rego, Hierro, y este ser como de otro mundo al que le dicen Selton. En su pequeño planeta vive. Donde tan sólo una flor. Ahora es muy tarde, mañana habrá que trabajar. Viva el Athletic. Que buen equipo. Para soñar.
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista
Ya es hora de que Valverde se de cuenta que la juventud es un divino tesoro. Pero él como es muy miedoso prefiere poner a los veteranos acabados.