Double Dragon Revive: un regreso al barrio que no da el golpe definitivo
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Un beat’em up que resucita una leyenda, pero tropieza con su propia sombra
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Combate ambicioso, arte atractivo y espíritu nostálgico que no termina de cuajar
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Marvel Cosmic Invasion: un beat 'em up de superhéroes como los de antes
Los que crecimos con los puños pixelados de Billy y Jimmy Lee tenemos grabado en la memoria el rugido de las recreativas y ese espíritu ochentero de “yo contra el barrio” que definió a toda una generación. Double Dragon fue pionero y leyenda del género beat’em up, pero también víctima de su propio tiempo. En los últimos años, la franquicia ha intentado recuperar su trono varias veces con resultados variados, y ahora, con Double Dragon Revive, Yuke’s y Arc System Works nos proponen un nuevo intento de resucitar la saga con un envoltorio moderno… y una ejecución irregular.
A simple vista, el juego venía con un pack que parecía más que adecuado: personajes icónicos, un apartado artístico llamativo, combates que recuerdan a la vieja escuela pero con toques actuales, y una historia que, aunque no pretende revolucionar nada, aporta contexto. Sin embargo, bajo esa fachada de nostalgia y buenos propósitos, Double Dragon Revive se queda a medio camino en casi todos los frentes, ofreciendo una experiencia tan fugaz como olvidable.
Un futuro postapocalíptico con alma de cómic
Uno de los aspectos que más sorprende para bien es que Double Dragon Revive apuesta por una narrativa más desarrollada de lo habitual en el género. Ambientado 15 años después de una guerra nuclear, el juego nos sitúa en una ciudad costera controlada por los Shadow Warriors. Billy, Jimmy y Marian —esta última reconvertida de novia en apuros a luchadora— intentan vivir en paz hasta que el conflicto estalla y se ven obligados a sacar los puños a pasear.
La historia se cuenta a través de secuencias y viñetas ilustradas con un estilo anime muy resultón. Aunque el argumento no deja de ser predecible, el arte brilla con luz propia y consigue sostener la ambientación durante toda la campaña. Se nota que el presupuesto fue limitado, pero el esfuerzo artístico logra disimularlo bastante bien. El problema es que, en contraste con estas escenas estáticas tan cuidadas, el modelado 3D in-game deja mucho que desear, con personajes acartonados y escenarios genéricos que no hacen justicia al diseño original.
Combate ambicioso pero descompensado
La jugabilidad es el corazón de cualquier beat’em up, y aquí Double Dragon Revive se atreve a mezclar la fórmula clásica con mecánicas más complejas, como contraataques contextuales, ataques especiales de área y un sistema de lanzamientos direccionales que recuerda por momentos a un juego de lucha. A esto se suma la posibilidad de jugar con cuatro personajes: los hermanos Lee, Marian y Ranzo, cada uno con su estilo propio.
Sobre el papel suena bien, pero en la práctica el resultado es muy desigual. Por un lado, se agradece la variedad de enemigos y el intento de innovar en el combate. Por otro, hay problemas evidentes de control y equilibrio. El sistema de armas, por ejemplo, está completamente roto: los objetos pueden trivializar a los jefes más duros. Las físicas de los lanzamientos son erráticas y el movimiento de los personajes es impreciso, dando la sensación de que patinan sobre el suelo.
El combate puede ser entretenido durante los primeros niveles, pero conforme avanza la campaña se vuelve repetitivo. La falta de combos aéreos o mecánicas realmente satisfactorias hacen que el “loop” de juego se desgaste antes de tiempo. Incluso los momentos de plataformeo —herencia discutible del original— terminan sintiéndose como interrupciones innecesarias.
Apartado técnico: luces y sombras
Uno de los mayores atractivos del título es su presentación visual en las ilustraciones tipo cómic que ya hemos mencionado. Lamentablemente, ese nivel de detalle no se traslada al gameplay. Los modelados 3D parecen sacados de una generación anterior, y aunque se utiliza Unreal Engine 5, los resultados no sorprenden. El diseño artístico de los personajes se aleja del clasicismo ochentero y opta por un estilo anime moderno que no termina de encajar con el tono original de la saga.
En cuanto al sonido, la banda sonora tiene algunos temas memorables, especialmente en las fases finales, pero en general es bastante anodina. Los riffs de guitarra y la producción son buenos, pero le falta algo de alma.
La campaña principal puede completarse en unas tres horas, aunque ofrece algo de rejugabilidad. Tras terminarla, se desbloquean misiones secundarias con objetivos distintos —proteger objetos, superar puntuaciones— que aportan algo de variedad. También se pueden desbloquear episodios de la novela visual centrados en los villanos del juego, aunque su calidad narrativa es bastante discutible.
El modo online está presente, pero no añade suficiente valor como para elevar la experiencia general. Otros beat’em ups recientes, como Streets of Rage 4 o Shredder’s Revenge, han demostrado que es posible modernizar el género sin perder su esencia. Aquí, sin embargo, la modernidad parece demasiado impuesta y la nostalgia, demasiado forzada.
Conclusiones de Double Dragon Revive
Double Dragon Revive no es un desastre, pero tampoco es el renacer que la saga merecía. Se nota el cariño por la franquicia y hay ideas interesantes, especialmente en el combate y el arte visual. Pero la ejecución es irregular: los controles no están pulidos, el equilibrio está roto, y el diseño de niveles resulta muy poco inspirado.
Plataforma analizada: Nintendo Switch 2
Lo mejor
- Ilustraciones y diseño artístico de los cortes narrativos
- Sistema de combate con ideas interesantes y cuatro personajes jugables
- Algunas composiciones musicales potentes en fases finales
Lo peor
- Controles imprecisos y físicas inconsistentes
- Desbalance en el uso de armas y jefes trivializados
- Falta de personalidad y dirección clara en el diseño general
60/100