Agefield High: Rock the School, un 'Bully' de los 2000 a ritmo de pop-punk
-
Refugium Games lanza el tráiler de su gamberro homenaje a los años del pop-punk, una mezcla entre Bully y American Pie
-
Un mod hace realidad Bully Online
No sé tú, pero yo echo de menos los días en los que una camiseta de Blink-182 bastaba para definir tu personalidad. Y en esa época se ambienta Agefield High: Rock the School, un juego que nos lleva de vuelta al instituto de principios de siglo. Refugium Games acaba de lanzar el tráiler de su aventura adolescente que mezcla comedia, rebeldía y mucha nostalgia. Y sí, todo apunta a que va a ser tan caótico como inolvidable.
En el vídeo —una explosión de color, sudaderas anchas y actitud de “me da igual todo”— conocemos a Sam, Kale y Axel, tres estudiantes que deciden despedirse del instituto a lo grande. Vivir a tope lo que les queda de curso antes de graduarse. La realidad: padres pesados, profesores que dan grimilla y un rival que parece salido de una peli de American Pie.
Una carta de amor a la adolescencia
Agefield High nos traslada a 2002, ese limbo entre los CD de Sum 41 y las primeras cámaras digitales. Sam Tatum, el nuevo del instituto, se une a dos colegas empeñados en dejar huella antes de decir adiós a las clases. No quieren pasar desapercibidos; quieren ser leyenda. Lo suyo no es estudiar, sino vivir cada día como si fuera el último trimestre de bachillerato.
La propuesta de Refugium Games suena realmente apetecible: un sandbox de pueblo pequeño donde puedes asistir a clase (o no, porque ¿quién quiere hacerlo?), ganar dinero cortando el césped o gastarlo en ropa, tatuajes o revistas de dudosa moralidad. Todo ello con una estética saturada, guitarras distorsionadas y ese tipo de humor adolescente que ya no se hace, pero que muchos seguimos recordando con una sonrisa.
Entre Bully, American Pie y las tardes sin TikTok
El estudio define Agefield High como una mezcla entre GTA o Bully y las comedias juveniles de principios de siglo. La comparación no es exagerada: aquí hay misiones principales (32, con dos finales distintos), actividades secundarias (15 en total) y un sistema de tiempo y clases que te obliga a equilibrar tus travesuras con los horarios escolares. Claro que siempre puedes optar por la vía del rebelde y saltarte las normas…
La escuela y el pueblo de Agefield están llenos de rincones que invitan a explorar: desde tiendas de bicis hasta la clásica barbería donde todo el mundo habla de todo el mundo. En total, unas ocho a diez horas de juego que prometen ser una montaña rusa emocional, gamberra y deliciosamente nostálgica. Y con una banda sonora sacada de tu última cinta de cassette de 'Varios'.
El sueño de los creadores (y de quienes crecieron en esa década)
Lo curioso es que Agefield High nació del propio anhelo de sus desarrolladores. Los responsables de Refugium Games, el mismo estudio detrás de Greyhill Incident y Vacant’s Mine, confiesan que llevaba años soñando con un juego que capturara las sensaciones de aquella época: las primeras fiestas, los amores imposibles y esa libertad medio ingenua que solo se tiene a los 17.
Su anterior proyecto, Greyhill Incident, recibió muchas críticas por no haber salido demasiado pulido, pero el equipo aprendió la lección. Esta vez han mejorado los modelados, las animaciones faciales y el apartado visual. Y, lo más importante, parece que han puesto el corazón en una historia que suena tan auténtica como los acordes de Boulevard of Broken Dreams.
Por qué quiero jugarlo ya
Confieso que no esperaba emocionarme con un tráiler sobre un grupo de adolescentes revoltosos, pero aquí estamos. Agefield High: Rock the School tiene ese algo: una mezcla de humor, caos y ternura que me transporta directamente a mis propios años de instituto (aunque los míos fueron en los 90), cuando saltarse clase para ir al parque parecía un acto de rebelión épico.
Aún no hay fecha de lanzamiento definitiva, pero ya se puede añadir a la lista de deseos en Steam. Llegará primero a PC y, más adelante, a consolas. Y yo, lo admito, ya estoy dentro del plan de Kale, Axel y Sam. Porque si hay algo que esta generación necesita, es volver a recordar que unas buenas 'pellas' —con la banda sonora adecuada— puede ser el mejor comienzo para escribir nuestra propia leyenda.