Tsartas, un sevillista hasta la muerte en Grecia: "Es otro mundo"
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No hay un aficionado del Sevilla ya con cierta edad, que no sea tan joven, que no recuerde con gratitud el paso de Vassilis Tsartas por su club. Fueron cuatro temporadas de idas y venidas, en Segunda y en Primera, pero con imágenes para la historia. Un lanzador de faltas espectacular y especial que siempre llevará en su sangre el paso por el Sevilla. Sólo hay que escuchar o leer sus palabras para comprobar que los sentimientos de Tsartas hacia el Sevilla son muy importantes.
Tsartas, de 53 años, ha aprovechado una entrevista en AS para refrendar su cariño a la entidad de Nervión, donde fue muy feliz durante esos cuatro años. Jugó 139 partidos y marcó 43 goles, unas cifras de las que no muchos jugadores en la historia del Sevilla han podido alcanzar. El griego, siempre con la mirada puesta en su exequipo, recuerda con mucho cariño cómo fue su etapa como sevillista.
Fueron cuatro años duros, dos en Segunda, y la afición se sigue acordando de mí y brindándome homenajes
Hace ya casi 25 años desde la salida de Tsartas, pero tiene muy presente al Sevilla: "Estuve casi ocho temporadas en el AEK en dos etapas, gané títulos y jugué en Europa, pero el club no se portaron muy bien conmigo. Lo del Sevilla es otro mundo. Fueron cuatro años duros, dos en Segunda, y la afición se sigue acordando de mí y brindándome homenajes. Me siento muy agradecido y honrado".
Las faltas y el recuerdo de Maradona
Tsartas será siempre uno de los jugadores preferidos por muchos sevillistas, sobre todo los que vivieron aquella época en Nervión. Llegó después de Maradona pero las comparaciones, lógicamente, son odiosas. El griego sólo tiene palabras de elogio para el crack argentino, cinco años después de su fallecimiento: "Su grandeza fue incuestionable y podría haber sido más si se hubiera cuidado. Si jugase hoy, Maradona sería más grande que en su época".
El exinternacional griego explica cómo se preparaba para lanzar (tan bien) las faltas, con una pierna izquierda espectacular y al alcance de muy pocos jugadores: "Cuando yo lanzaba, los rivales estaban a siete metros. De hecho, yo entrenaba con las barreras a esa distancia sabiendo lo que me esperaba en los partidos, a lo que había que añadir el salto de los adversarios". Un crack del fútbol que pasó por el Sevilla y que siempre llevará al Sevilla en su corazón.