Miku Fedor, un valencianista al que el Rayo no trató bien: "Sufrimos por lo que está haciendo Peter Lim con el club"

Miku Fedor es uno de los jugadores que ha vestido la camiseta del Valencia CF, el club del que se siente seguidor el venezolano a pesar de que no pudo consolidarse en la élite, y la del Rayo Vallecano, entidad con la que no tiene relación por lo mal tratatado que se sintió. Ambos conjuntos se enfrentan este lunes, con otro ex como Fran Pérez como protagonista, y Miku ha comentado qué significan cada uno de ellos para él.

"El fútbol te lleva a muchos lugares y vas donde hay contratos, pero el Valencia es muy especial para mí. Claro que soy valencianista de corazón. Lo sufro desde la distancia y ahora, es mucho", explica el ariete que todavía está jugando en su país de origen a los 40 años. Lo ha hecho en una entrevista en el diario As en la que cuenta su ascenso desde el juvenil del Sueca hasta el primer equipo del Valencia CF y su diáspora posterior por infinidad de equipos, uno el Rayo Vallecano.

Miku Fedor y lo que sufre con el Valencia CF de Peter Lim

"Visto ahora creo que me precipité en la decisión de irme del Valencia. Debí terminar ese año porque Villa fue traspasado al Barcelona. Además, el club volvió a reestructurarse económicamente y llegaron jugadores, que por temas financieros, estaban un poco por debajo. A lo mejor, podía haber tenido más minutos. Me desesperé en la decisión, pero uno toma esas decisiones desde la juventud y la impaciencia", afirma Miku que cree que habría tenido sitio en el Valencia actual. "Claro que lo pienso. Podría haber tenido espacio y minutos. Creo que a nivel deportivo podría haber tenido cabida. En cuanto a nivel institucional, los valencianistas estamos sufriendo por lo que están haciendo con el club y no podemos hacer nada".

"El Rayo se portó muy mal conmigo"

Miku recuerda también con poco cariño su paso final por el Rayo. Jugó tres temporadas y, tras descender, asegura que: "Me obligaron a seguir. El Rayo es un equipo de barrio, muy humilde, con su gente que quiere mucho a su club. Este es otro claro ejemplo en el que la propiedad debería de ir de la mano de su afición. No tengo relación con el Rayo porque se portó muy mal después del descenso, aunque está olvidado. El Rayo es un club simpático y estoy orgulloso de haber vestido la Franja por los valores que representa.