Falta de convicción
El último partido del Sporting no ha sentado nada bien. Hasta el aficionado más crítico entiende que las derrotas forman parte del fútbol, pero también el más benevolente se enfadó viendo a su equipo perder como lo hizo ante el Alavés.
La diferencia está en las formas. Y es que el Sporting se dejó en Gijón el espíritu del líder de la categoría. Ni la confianza de los buenos resultados fue suficiente para que el primer clasificado se comportara como tal ante un conjunto que estaba en zona de descenso. Los rojiblancos carecieron de ambición, intensidad y concentración en los primeros minutos, motivando a un Alavés que se creció ante el respeto que infundía al hasta entonces único equipo invicto. Los de Sandoval tenían motivos de sobra para salir a por los tres puntos desde el principio, aunque otra vez recordaron al conjunto miedoso e infantil de la temporada pasada.
Pero, pese al 'cabreo' del domingo, me resisto a creer que este Sporting sufre los mismos problemas. Al menos, tiene más posibilidades y las ideas claras con la pareja de pivotes ayudando en defensa y acosando la posesión del rival. Con Barrera rondando el gol o simplemente Stefan Scepovic, bien acompañado por Hugo Fraile, Isma López y Carmona. En este aspecto veo evidente la mejora y debería valer para estar en el 'play off'. Ahí ya... qué juegue El Molinón.
Por eso la plantilla tiene ahora la oportunidad de creer en sí misma y demostrar que lo de Vitoria fue una excepción. La versión trabajada le ha dado todos los puntos como local, pero como visitante su imagen ha ido empeorando rápidamente. Y no es una cuestión de capacidad, por lo que la falta de convicción no puede ser excusa para volver a las andadas.