Reconciliación con 'El sabio' en el recuerdo

Apenas dirigió un par de encuentros en el nuevo Carlos Tartiere pero su recuerdo sobrevolará hoy el municipal ovetense, al igual que sucederá en el resto de campos de España. Honrar la memoria de Luis Aragonés es una obligación para el fútbol nacional y más para aquellos equipos que tuvieron la suerte y el honor de disfrutar de él. El Oviedo lo tuvo como jugador, cuando apenas era una promesa, y como entrenador, cuando era una leyenda a la que sólo le faltaba para mito el triunfo que encontró con la selección nacional. El duelo contra el Ourense servirá de homenaje al 'Sabio de Hortaleza' y puede suponer la reconciliación definitiva entre equipo y afición.

Aragonés sólo ocupó el banquillo visitante del Tartiere dirigiendo al Mallorca y más tarde con el Atlético de Madrid, en Segunda División. Su tercera visita al campo ovetense fue con la selección española, poco antes de alcanzar la gloria en la Eurocopa, pero hoy su recuerdo inundará todo. El Oviedo le rendirá homenaje con un minuto de silencio y los futbolistas lucirán crespones negros en sus camisetas.
A las connotaciones emotivas del choque, el Oviedo le une la necesidad de un triunfo que permita poner punto y final a los desencuentros entre la grada y el césped. Sumar los tres puntos supondría también mejorar los registros numéricos de la primera vuelta y mantenerse en la pelea por alcanzar el primer puesto sin dar tregua a los lideres, el renacido Racing de Santander y Ferrol.
En lo estrictamente futbolístico, las preocupaciones que puede generar el Ourense son pocas para lo que puede suceder con el terreno de juego. La lluvia caída en los últimos días en Asturias amenaza con presentar un campo en unas condiciones lamentables. El problema viene de lejos y Carlos Granero tendrá en cuenta esa situación para hacer la alineación.
En condiciones normales, los once que jugaron en Las Gaunas hace una semana tendrían todas las papeletas para repetir. En función de lo que se encuentren a su llegada, el técnico podría variar los planes originales y apostar por un equipo con más músculo y menos fútbol.
La primera opción que se pasa por la cabeza de todo el mundo es la de que Pardo vuelva a jugar en el centro del campo y Héctor Simón sería el sacrificado en ese caso. El resto afectará más al estilo que a las caras. Lo que debería ser un juego elaborado, dejaría paso al fútbol más directo, pero todo dependerá de lo que aguante el terreno de juego.
El Ourense llega al partido inmerso en un mar de dudas. Las dos últimas derrotas son la ratificación de una racha que les ha llevado a ganar sólo dos encuentros de los últimos once y eso les ha sacado de los puestos de honor. Los problemas económicos están afectando a los gallegos que acumulan varios meses sin cobrar y parece que eso les está pasando factura. Las amenazas de Iker Alegre y Óscar Martínez están en la mente del oviedismo.