El Oviedo tira la temporada en La Romareda

David Generelo revolucionó el once de cara a la última final que tenía que afrontar; el pacense incluyó al juvenil Viti en lugar de Susaeta y dio entrada a Kone en punta en solitario en lugar de Linares, que venía disputando los últimos partidos con Toché en punta. La ausencia del murciano, sancionado, y la de Fernández, lesionado, sirvieron para dar entrada a Nacho López por banda en el lateral y para cambiar el dibujo, con Erice y Edu Bedia en el centro del campo y Hervías, Míchel y el propio Viti por delante.

La primera ocasión clara fue para los azules después de una recuperación de Kone junto al banderín del corner tras la que centra al área. Viti remata con ventaja pero su disparo con la pierna mala se va fuera. El Zaragoza encontró la réplica en un en un pase interior sobre Ángel, que encara a Miño pero despeja el meta en una gran intervención.
Las contras se convirtieron en las mejores aliadas de un Oviedo que intentó aprovechar la velocidad de Koné como último hombre, pero todos sus intentos de sorprender a la defensa local acabaron frustrados. Hervías y Morán intentaron lo propio con centros por sus bandas a sus respectivas áreas contrarias, pero no encontraron rematador. La jugada más clara fue para Diamanka, que se fue de la defensa azul en el área pero disparó elevado cuando se encontraba solo ante el portero.
La primera parte dejó muchos errores en la salida de balón de los azules, que adoleció la falta de control en el centro del campo y la falta de criterio con el balón en los pies, lo que hizo que las entradas por banda fueran demasiado previsibles para la defensa rival y que Koné se viera demasiado solo en campo contrario. Los maños, por contra, creaban peligro con poco, lo que hizo que acabaran adelantándose en el marcador a los veinte minutos de juego con un gol de Guitán. La acción, precedida por un cabeceo de Ángel que salva Miño en primera instancia, acaba con un rechace que aprovecha bien el jugador local, que empuja el rechace y, pese a que lo atrapa el propio Miño, el juez de línea interpreta que lo hace en el interior de la portería y da por válido el gol.
El Oviedo, que parecía bien posicionado, no dio con la tecla para crear peligro y las acciones de los azules que llegaban al área contraria venían dadas por desajustes de la defensa maña, que también concedía atrás. Una llegada a la línea de fondo de Viti que no encontró rematador y un centro de Nacho López buscando al juvenil sin éxito fueron las más claras junto con par de jugadas de Koné, acciones en las que estuvo muy atento Manu Herrera, cortando el peligro.
El Zaragoza abusó de los centros al área, pero la defensa azul, que intentaba reordenarse para no cometer errores, acabó por evitar que los maños aumentaran la diferencia en el marcador antes del descenso.
Tras la reanudación los de Lluis Carreras lo siguieron intentando a través de Ángel, que intentó sorprender a Miño con un disparo desde la frontal y con una internada en el área, a pase de Isaac, que acaba con un tiro elevado. Sin embargo fue el Oviedo quien más cerca estuvo del gol en una jugada de Kone que el árbitro anuló por fuera de juego. Ocón Arráiz decretó posición ilegal del marfileño, que había aprovechado un disparo desde el vértice del área de Hervías para rozar y desviar el balón, algo que hizo ligeramente adelantado según interpretó el colegiado. Hervías lo intentaría de nuevo con un centro chut que obligaba de nuevo a Manu Herrera a despejar el peligro de su meta, de la misma manera que un gran centro de falta de Susaeta no encontró rematador por poco en el área local.
El Zaragoza tuvo sus ocasiones y, cuando aún no se cumplían los quince minutos de segunda parte volvió a anotar, aunque en esta ocasión el colegiado riojano señaló posición adelantada y anuló el tanto de Cabrera. El Oviedo buscó más por corazón que por fútbol y, con Linares y Susaeta en el campo en lugar de Bedia y Viti, intentó dar con el delantero maño para buscar el tanto del empate. Linares la tuvo precisamente en un pase en profundidad al que se adelanta a Manu Herrera pero se escora demasiado y no consigue batir al meta local.
La entrada de Néstor Susaeta en el campo hizo que aumentaran los centros al área, pero sin dar con el tanto que diera alas al conjunto carbayón para lo que restaba de partido. Las internadas en su propio área de jugadores como Pedro o Lanzarote obligaron a los azules a no descuidarse en defensa, donde Bautista y Nacho López tuvieron que afanarse para cortar con faltas el peligro maño, algo que evitó Josete en última instancia ante el propio Pedro. A la escuadra zaragocista todavía le daría tiempo a probar a Miño con un disparo que repelió el palo de su portería y con una nueva acción de Guitián, a pocos minutos del final, que erró el remate cuando se encontraba libre de marca en el área.
El Oviedo dio un paso adelante y buscó con todo el empate en los últimos minutos, hazaña para la que Generelo dio entrada a Cervero en el terreno de juego. Los azules, sin demasiadas ideas e intentando encontrar el hueco en la zaga contraria, pretendieron sorprender a Herrera triangulando con tres puntas en el campo, y con numerosos centros de Hervías que no encontraron rematador. Si lo encontró un centro de Erice que remató Cervero solo en el área, cabeceo en el que es especialista el canterano, pero el esférico se fue elevado por muy poco. Fue la más clara de los carbayones antes de los cuatro minutos de añadido, tiempo en el que Pedro aún puso en apuros a Miño tras una pérdida de Míchel que obligó al meta carbayón a hacer otra gran parada,
Con esta derrota los carbayones se despiden de un playoff que se pone de cara para los maños, quienes leyeron mucho mejor el partido que los hombres de David Generelo y encontraron la suerte del gol. La expedición azul aún tendrá que afrontar un partido más, en casa frente a Osasuna, en el que seguramente vivirá en primera persona la decepción que deja en la ciudad el fracaso del proyecto carbayón, que pasó 22 jornadas seguidas en puestos de promoción de ascenso y ahora da por finalizada su temporada en periodo de liga regular.