Un año de melancolía en el Real Oviedo

La alegría más reciente en la historia del Real Oviedo es, sin duda, el regreso al fútbol profesional después de una travesía demasiado larga en el desierto. En concreto, fueron doce los años en los que el equipo carbayón estuvo deambulando por Segunda B y Tercera División antes de lograr el ansiado ascenso a Segunda en el Ramón de Carranza. Un logro en el que participaron numerosos artífices, pero que hay un nombre que sobresale por encima de todos: Sergio Egea. El técnico argentino consiguió lo que parecía imposible y dejó al conjunto azul en puestos de ascenso a Primera tal día como este martes 14 de marzo.

365 días han pasado ya desde que la figura entrañable de Sergio Egea abandonase el club oviedista después de hacer posible el sueño que tanto anhelaban los seguidores del Real Oviedo. El entrenador argentino dimitió como técnico del equipo azul el 14 de marzo de 2016, tras reconocer públicamente que los roces con algunos jugadores dentro del vestuario habían minado su moral.
El entrenador bonaerense aterrizó en el banquillo carbayón en el verano de 2014 al que llegó siendo un desconocido en el panorama futbolístico español, aunque ya había tenido ocasión de dirigir a equipos como el Eldense, el Hércules, el Toledo y los filiales del Real Valladolid y el Real Madrid. Pero nada comparado al reto que suponía el Real Oviedo: devolver a un histórico del balompié al fútbol profesional. 
Con la confianza del Grupo CARSO, Egea arrancó una aventura que terminaría el 14 de marzo de 2016. Entre medias, un ascenso a la categoría de plata y dos tercios de temporada excepcionales en el regreso de la entidad oviedista, en los que se mantuvo prácticamente en puestos de play off a la máxima división. 
El argentino estuvo al frente de la plantilla ovetense un total de 77 partidos en los que destacan los 38 correspondientes a la campaña 2014-2015 en Segunda División B donde el equipo azul pulverizó todos los registros posibles en la categoría. El Real Oviedo logró ser campeón del grupo I con 80 puntos y sacándole ocho al segundo clasificado, el Real Murcia. Digno de recordar fue el gran rendimiento de Miguel Linares que firmó 30 goles aquella temporada entre Liga, Copa del Rey y la eliminatoria de campeones ante el Nástic, donde anotó dos dianas.Sergio Egea dirigió al Real Oviedo en 77 partidos en los que logró 41 triunfos, 20 empates y 16 derrotas
Su carácter dialogante caló hondo en la afición del Real Oviedo que siempre le mostró su apoyo incondicional y su agradecimiento, incluso en el momento más complicado del argentino en el equipo carbayón: su despedida. Los problemas con algunos jugadores en el vestuario salieron a la luz en el entrenamiento matinal en El Requexón del pasado 14 de marzo de 2016. El rifirrafe con José Fernández fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Egea, pues el bonaerense le recriminó su actitud en la sesión e hizo famosa aquella frase de: "Entrenen, compitan y cállense la boca".
El argentino siempre será recordado por la frase de "Entrenen, compitan y cállense la boca"
Desde su partida de la capital del Principado de Asturias, el extécnico del Oviedo no ha olvidado a una afición que le sigue rindiendo pleitesía, pues fueron muchos los momentos que compartieron durante su estancia. Sergio Egea fue un ovetense más y quiso conocer de primera mano experiencias tan comunes en Asturias como la de trabajar en una mina, por lo que visitó la mina del Pozo Sotón.
Este y muchos otros gestos enternecieron a la hinchada carbayona que lamentó como la que más su marcha y que siempre llevará en su corazón el nombre de Sergio Egea.