El día que el Sporting ascendió en casa del eterno rival
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Recordamos el derbi asturiano disputado el 29 de mayo de 1977. Encuentro disputado en el Carlos Tartiere, orbayu presente y deportividad entre aficiones. Real Oviedo y Sporting de Gijón se jugaban casi todo de cara a subir a Primera División, sobre todo los azules, que necesitaban la victoria para seguir manteniendo sus esperanzas de ascenso. Al final se imponía el Sporting por 1-2 y cantaban el alirón del retorno a Primera.
Máxima expectación en el viejo Carlos Tartiere, lleno total: 22.000 espectadores, 7 millones de pesetas de recaudación. Dos equipos, dirigidos por Toni Cuervo y Vicente Miera, jugándose a una carta el ascenso. El Real Oviedo atacó y dominó más durante el encuentro pero los rojiblancos se mostraron muy firmes en defensa y contaron con un portero, el inolvidable Jesús Castro, que evitó en dos ocasiones lo que ya parecía inevitable; es decir, el gol.
Se adelantaron los azules a los 24 minutos, merced a un tanto de Alarcón rematando un servicio de Enrique Galán, pero poco duró la alegría en la parroquia carbayona. Solo 4 minutos después en el 28, Quini, de cabeza, remató un saque de esquina lanzado por Ferrero en el que el meta ovetense, el yugoslavo Ratomir Dujkovic parecía que se haría con el cuero, pero aquel cabezazo picado se le acabó escurriendo bajo el antebrazo y haciendo subir el momentáneo empate al marcador. Así se llegó al intermedio.
Comenzó el segundo acto con dominio azul pero sin lograr desnivelar el tanteador. Esfuerzo máximo de ambos conjuntos sobre un césped embarrado por la lluvia. A los 39 minutos de la segunda parte, posiblemente en los momentos en que el Real Oviedo atacaba con más fuerza sobre la meta defendida por Castro, apareció Enzo Ferrero libre de marca para, en un veloz contragolpe, batir de nuevo al cancerbero Dujkovic y llevar la alegría a los seguidores rojiblancos presentes en las gradas del campo de Buenavista y a todos aquellos repartidos por la región que veían de este modo al Sporting de Gijón regresar a la Primera División, aquella perdida solo un año antes. Lograrlo en casa del viejo rival y como Campeones de la liga 1976/77 convierte a este derbi en uno de los más recordados entre los aficionados sportinguistas.