El Tenerife hurga en la herida

Real Oviedo y Tenerife se enfrentaban en el Heliodoro Rodríguez López en un cruce de dinámicas en el que los carbayones llegaban más necesitados, pero los locales aprovecharon la inercia para llevarse los tres puntos. Al bache de resultados se le une en cierta medida ya el de sensaciones, porque la imagen de los azules en la isla fue muy floja.

En el arranque el Oviedo no salió mal. Ninguno de los dos equipos conseguía hacerse claramente con el control del partido, con ambos frenando bien las virtudes del rival. Desde el balón parado llegó la primera opción para los carbayones, con un disparo de Saúl buscando sorprender a Dani Hernández en un esférico que prometía ser centrado, pero el asturiano intentó encontrar el primer palo.
En una acción aparentemente aislada, apareció una acción individual que desniveló el partido. Un balón colgado lo orientó Longo con el pecho, aprovechando su envergadura, y de primeras con la zurda a la media vuelta la puso pegada al poste inapelable para Alfonso.
El Real Oviedo acusó el tanto local y el Tenerife se hizo con el peso del partido, jugando cómodo a la contra ante un conjunto azul que no conseguía generar peligro. En otra acción aparentemente aislada llegó el segundo. Longo volvió a bajar un balón de cara y la dejada la aprovechó Mula, tras un claro agarrón sobre Héctor Verdés para ganar la posición, para pegarle de primeras y anotar un golazo en la portería de un Alfonso que no pudo nada más que mirar.
Al descanso el partido pedía cambios y Anquela dio entrada a Fabbrini por Mossa, pasando a formar con defensa de cuatro, pero sin mover el doble pivote. El italiano le cambió un poco la cara al ataque carbayón y nada más comenzar la segunda mitad tuvo la más clara, en un remate con la zurda desde dentro del área que sacó Alberto cuando el balón iba para dentro.
El Tenerife seguía encontrándose cómodo aceptando el papel de las contras  y tuvo incluso varias ocasiones para ampliar ventaja con dos disparos de Bryan Acosta y uno de Alberto a la contra, que a punto estuvieron de batir a Alfonso. 
El balón parado era la principal alternativa que le quedaba a los carbayones y lo siguieron explotando un partido más. Saúl colgó una falta desde tres cuartos de campo y Forlín ganó el primer palo fácil y remató de cabeza batiendo a Dani Hernández por el segundo palo.
Etxeberría cambió también el esquema, dando un paso atrás y el partido parecía que cogía color carbayón, pero justo llegó el mazazo poco después. A la contra el equipo local fue letal y en una jugada que los ovetenses no finalizaron, llegó la carrera de Bryan Acosta y el pase al segundo palo para la llegada de Mula que con un toque sutil batió a Alfonso.
El gol acabó por apagar las esperanzas azules y el Tenerife fue anestesiando el partido ante un Oviedo que pedía también el final del encuentro, que acabó llegando y que amplió la mala dinámica en la que están metidos los carbayones.

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