Derrotado por inofensivo

El Sporting ha vuelto a perder a domicilio, por segunda jornada consecutiva, esta vez ante Osasuna. Los de Baraja no dieron una buena imagen en la segunda parte, en la que otra vez no generaron ocasiones de ataque. El exrojiblanco Rubén García hizo el tanto de los rojillos.

El partido comenzó con susto. Y de los gordos. La puso Clerc por la izquierda y el remate de David Rodríguez se encontró con Mariño. Colosal su respuesta en una acción de reflejos para evitar el primer tanto con una mano soberbia. Respondió de inmediato el Sporting, con otro cabezazo aunque desviado de Álvaro Jiménez.

Salvador se imponía en el centro del campo, liderando la salida del balón. Por las bandas llegaba bien el Sporting, precipitado eso sí en una buena jugada que Álvaro Jiménez desaprovechó. Se encontraban cómodos los de Baraja cuando Osasuna dio un paso adelante. Sin ocasiones claras, con un par de disparos bloqueados por Babin y Álex Pérez. Justo antes del descanso lo intentó Salvador, pero su tiro se fue alto. Primera parte de alternativas.

El paso por los vestuarios apenas se notó. Misma intensidad y quizá más imprecisiones en los rojiblancos. Los de Baraja, poco a poco, fueron afinando mientras los locales se estrellaban ante el orden defensivo del Sporting. Por fin la tuvo Djurdjevic, difícil, con un cabezazo muy desviado.

A 30 minutos para el final salió Carmona por un Sousa muy errático en la segunda parte. Poco antes Osasuna había reclamado un penalti que motivaron las protestas de Arrasate y su expulsión. Nervios en el bando rojillo y confianza, demasiada, en el gijonés. A Baraja le estaba saliendo su plan y, como en la jornada anterior, ajustó el equipo con Lod en el centro. Carmona se fue a la izquierda y llegó tarde a la internada de Nacho Vidal, cuyo centro no remató Rubén García por milímetros. Muy clara la oportunidad para Osasuna en el 67'.

También Geraldes, por Molinero con tarjeta amarilla, tuvo su oportunidad desde el banquillo. Como el esperado Blackman, pero cuando el Sporting ya perdía tras el gol de Rubén García de falta directa en el 73'. Se lo merecía Osasuna, se desesperaba Baraja que segundos antes había gritado desde su banquillo para pedirle a Mariño que sacara en largo. No lo hizo el meta, los locales recuperaron el balón, a Nacho Méndez no le quedó otra que hacer falta y Rubén lo aprovechó.

No reaccionó el Sporting. Ni con Blackman, ni con los dos delanteros. Tampoco con Carmona... La carencia seguía siendo la misma. Los delanteros no reciben balones. Tiene un problema Baraja y su equipo. No saben cómo atacar.