Un claro reflejo del nuevo rumbo
La victoria del Sporting de Gijón en Granada marca el punto de partida del esperado nuevo rumbo en el conjunto rojiblanco. El relevo en el banquillo logró frenar la caída en barrena del último tramo de competición. José Alberto López había prometido un planteamiento valiente, atrevido y al ataque. La apuesta encontró su reflejo en el marcador y en las estadísticas de disparos registradas al finalizar el duelo.
Más allá del resultado, las sensaciones del equipo sobre el terreno de juego. El devenir de un club lo marcan los goles y estos dependen, lógicamente, de los remates a puerta. Los rojiblancos, lejos de un planteamiento conservador, buscaron fortuna sobre el verde nazarí. Hasta 13 fueron los disparos efectuados por los sportinguistas, un registro que marca el tope máximo en un encuentro como visitantes en el presente curso. Una señal.
Únicamente en el duelo que abría la temporada en Santo Domingo habían alcanzado los rojiblancos los dobles dígitos. Diez fueron los intentos frente al Alcorcón para, al igual que ayer, encontrar el premio del gol en el tiempo de añadido.
Ocho han sido los partidos disputados lejos de El Molinón: ante Alcorcón, Deportivo, Osasuna, Rayo Majadahonda, Cádiz, Almería y Oviedo, además del encuentro de ayer en Granada. Las estadísticas de LaLiga 1|2|3 apuntan un total de 53 disparos de los rojiblancos a domicilio, la media no alcanza los seis chuts por enfrentamiento. En el Nuevo Los Cármenes se dobló con creces el registro.
Los problemas del Sporting de cara al gol se acentúan cuando juega lejos de El Molinón. La principal carencia del conjunto bajo las órdenes de Rubén Baraja residía en que tampoco era capaz de crear un gran número de oportunidades. Desde la jornada 33 de la pasada campaña no anotaban más de un tanto como visitantes los rojiblancos. La nueva etapa comienza al ataque.