El Sporting pierde la esperanza
El Sporting de Gijón no ha podido pasar del empate ante el Lugo en El Molinón, en un partido sin goles con el que dice adiós a sus posibilidades de alcanzar el play off. Después de una primera parte correcta, en la que pudo adelantarse en una clara acción de Alegría, los rojiblancos se bloquearon en la segunda.
Con tres novedades, Pablo Pérez y Dani Martín por las bajas de Djurdjevic y Dani Martín, además de Robin Lod por Carmona, este sábado en el banquillo. Al Sporting solo le valía ganar, por lo que mostró sus necesidades desde los primeros minutos. Álvaro Traver conducía todas las acciones de ataque, con Alegría como desacertado ejecutor. El delantero tuvo la primera opción de gol con un cabezazo desviado en el minuto 5. Poco después el colegiado anuló un tanto a Peybernes por claro fuera de juego.
Los de José Alberto eran mejores, jugaban en campo contrario, pero no tenía claridad. Casi todas sus jugadas de ataque eran a balón parado y cuando la tuvo muy clara no la aprovechó. Traver se lo regaló a Alegría, pero al '25' se le encogió su pierna derecha. Solo para rematar en boca de gol se la entregó muy floja a Juan Carlos.
A partir de la primera media hora la superioridad rojiblanca fue a menos. También el Lugo supo frenar el ímpetu de los locales, con continuas interrupciones que desesperaban a la grada. Con el enfado de los aficionados se llegó al descanso.
No le vino bien al Sporting el paso por los vestuarios. De nuevo torpe, impreciso, nervioso e incapaz. Crecía el Lugo, casi sin querer, y a pesar de seguir empeñado en interrumpir el juego. Los cambios de Canella, Blackman y Carmona por Molinero, Pablo Pérez y Lod tampoco funcionaron.
Por ello, con solo un cuarto de hora para el final, El Molinón comenzó a increpar a los suyos. Incluso los visitantes pudieron haberse llevado los tres puntos si Barreiro no hubiera enviado a las gradas su disparo ante Dani Martín. También pudo hacerlo con un cabezazo de Josete en el añadido. Para no volver más este curso a El Molinón. El play off, ahora sí, ya es inalcanzable.