Vacaciones anticipadas
El Sporting ha caído derrotado ante el Zaragoza en La Romareda, después de un partido en el que el bando local mostró mucha más intensidad y concentración que el equipo rojiblanco. A falta de tres jornadas, el conjunto gijonés no puede presumir de sus vacaciones anticipadas.
Con la alineación más previsible, prácticamente ya sin presión más allá de la imagen, el Sporting comenzó resistiendo el empuje de un Zaragoza muy ambicioso. Tanto que por medio de Pombo pudo adelantarse en el minuto 8, pero lo evitó Dani Martín. Segundos después, sin previo aviso, Djurdjevic asistió a Lod, quien con la derecha hizo el 0-1.
El tanto, eso sí, no amedrentó al cuadro local, insistente ante un Dani Martín pletórico, al más puro estilo Diego Mariño. Otras dos intervenciones claves para frenar el empuje del Zaragoza, constante de todos modos. No en vano, Álvaro Vázquez envió el balón dentro de la portería gijonesa, pero en fuera de juego. De nuevo, tras el susto, pudo rematar el Sporting con un disparo de Djurdjevic que Cristian tocó lo justo con el pie para impedir el 0-2. Perdonaron los de José Alberto y lo pagaron en el 39', con Álvaro Vázquez haciendo el empate tras una asistencia desde la derecha. Con igualada al descanso.
Tras el paso por los vestuarios, el Sporting tiró de lujo, de la calidad de Robin Lod. El finlandés recibió dentro del área y, con una calma asombrosa, se dio la vuelta, se hizo un hueco y batió al meta local. Pero el talento no lo es todo, sobre todo, cuando se trata de un equipo de 11 jugadores.
Y eso que el Sporting no sufría en exceso. Tampoco carecía de calidad en comparación con el Zaragoza, aunque los locales sí que se jugaban mucho más. Por eso, por intensidad, le dio la vuelta al marcador. Primero por la agilidad de Paunashvili y la parsimonia de Alegría, clave para aprovechar un balón suelto dentro del área rojiblanca. El empate en el 67' y el de la victoria solo tres minutos después, con la defensa gijonesa de vacaciones anticipadas y Álvaro Vázquez al acecho. Remontada.
La afición, además, se quedó con las ganas de intuir el futuro. André Sousa salió por Cofie y, después, Pablo Pérez por Traver. Se quedó en el banquillo Pedro Díaz... hasta el 89'. Tres minutos para el canterano, con lo poco que había en juego. Y, para colmo, el cuarto en la prolongación con todos los ingredientes. Con el balón al límite de la línea de fondo para el remate de Marc Gual y el enfado de todos los sportinguistas. Alguien debe responder.