Álvaro Vázquez: la velocidad y el olfato del 'Lobo'
Álvaro Vázquez ha sido confirmado como nuevo jugador del Sporting de Gijón. El delantero llega tras haber anotado diez goles en 32 partidos con el Real Zaragoza. Sus cifras, sin ser sobresalientes, sí son interesantes de cara a engordar los registros de un equipo que quiere luchar por el ascenso. Por otra parte, sus cualidades pueden invitar a pensar que, bien acompañado, puede elevar esas cifras goleadoras.
Álvaro Vázquez: un cazador con la portería entre ceja y ceja
Más allá de sus cifras, lo que define a Álvaro Vázquez es su voracidad. Es un delantero que siempre mira hacia el gol. Esto no es baladí, ya que, por ejemplo, el perfil de Álex Alegría era diferente. El extremeño era un punta que trabajaba bien, con buen juego de espaldas y que no miraba tanto hacia portería. En este caso, no ocurre así. Todo lo que hace Álvaro Vázquez está enfocado a finalizar la jugada.
En el Real Zaragoza, el catalán se convirtió en el máximo referente del equipo en un año en el que los blanquillos echaron en falta un delantero que anotase más de 20 goles, algo a lo que se habían acostumbrado recientemente en La Romareda. No obstante, su importancia en el equipo queda reflejada al darse uno cuenta de que de los 10 goles que logró anotar, nueve fueron decisivos para que los aragoneses sumasen al menos un punto.
Un goleador por explotar
Álvaro Vázquez no ha logrado destacar como goleador nato desde su irrupción en la élite. Sin embargo, sus mejores cifras anotadoras llegaron de mano del Espanyol en LaLiga Santander, allá por la temporada 11/12. Dicho curso, el barcelonés también vio puerta en 10 ocasiones, cinco en el campeonato doméstico y otras cinco en Copa del Rey.
Pese a que ya cuenta con 28 años, Álvaro ha demostrado que aún tiene mucho margen de mejora. Sus números en la pasada campaña son buena muestra de ello, pues hay que tener en cuenta que las lesiones hicieron mella en su rendimiento cuando parecía mostrar su mejor nivel. Tal nivel lo alcanzó el curso anterior, en el segundo tramo de la temporada, cuando jugó cedido en el Nástic de Tarragona, con el que logró anotar seis goles en 18 partidos.