Santana Militar

Hernán Santana Trujillo (26 de agosto de 1990) afronta su tercera temporada en el Sporting de Gijón, después de su llegada en el mercado invernal de enero de 2018. Sus últimos meses han sido los más complicados para él, sin la confianza del entrenador José Alberto López. Quienes le conocen destacan de él su actitud inconformista, su entregada disposición con independencia del momento, su ética casi militar... De joven, quiso ser soldado profesional. 

En sus inicios, a Hernán Santana le costó, para extrañeza del entorno, dar el salto al primer equipo de Las Palmas. Se consolidó, por fin, de la mano del técnico Sergio Lobera en la campaña 2012-13. Un año antes, Santana había tenido paciencia, incluso varios medios locales habían apuntado el interés del Real Madrid para contar con él en su filial. No perdió la fe, tampoco su entrega y, finalmente, obtuvo la recompensa.

Sin embargo, su segundo curso con Lobera no comenzó bien. Sufrió la rotura del menisco, lo que mermó su importancia a lo largo de la temporada. Pasó de disfrutar 2.105 minutos a solo 106 en la competición liguera. Una temporada después, ya la del ascenso de Las Palmas con Paco Herrera, superó los 2.500 minutos. Fue clave para el regreso de su equipo a la élite del fútbol español.

Ya en Primera, Hernán Santana fue perdiendo minutos. De casi 1.000 minutos en la campaña 15-16 a apenas 300 en la siguiente. Inició el curso de 2017 con Las Palmas, el que iba a ser su sexto año completo con el primer equipo, pero en enero decidió cambiar de aires. Hernán hizo las maletas para aterrizar en Gijón, nunca antes militado en un equipo lejos de Gran Canaria. Le sedujo la contundente apuesta del director deportivo del Sporting, Miguel Torrecilla. Cuatro años de contrato. Hernán, entre otras, rechazó una propuesta de la Championship inglesa.

Desde entonces, el actual '18' del Sporting no ha tenido continuidad. Curiosamente, con José Alberto López ha jugado más minutos que con ningún otro entrenador rojiblanco. El mismo técnico que en la recta final de la campaña anterior le recomendó que buscara un nuevo destino. Resultó sorprendente esta pérdida de confianza, sobre todo, por el buen rendimiento que ofreció cuando encadenó varios partidos como titular.

Más allá del fútbol

Quizá por su vocación militar, Hernán Santana relativiza cada uno de los golpes que recibe en el fútbol. Los entiende como un aspecto más, a veces inevitable, de su trabajo. Para distraerse de todo ello, al mediocentro canario le gusta mucho el karting, el cine o la televisión. Una de sus series preferidas es 'La que se avecina'. También le encanta viajar, le pidió matrimonio a su novia en uno de sus últimos viajes.

Para Santana, su realidad como futbolista es algo que ni tan siquiera llegó a soñar. Destacaba por encima del resto en las categorías inferiores, pero era consciente de la dificultad de llegar al fútbol profesional. Por eso, en su adolescencia, cursó un grado medio de Instalaciones Eléctricas, mientras valoraba la opción de ser soldado profesional.