Pablo Pérez, el ingeniero del Sporting
Pablo Pérez Rodríguez es uno de los jugadores más queridos por la afición sportinguista. Canterano que ha peleado por estar en el primer equipo hasta que Abelardo le dio la oportunidad. Con contrato hasta 2022 y feliz de defender la camiseta del club de su ciudad.
Del colegio a Mareo
Pablo Pérez comenzó jugando al fútbol en el club de su colegio, la Inmaculada. Allí jugó al fútbol, destacando por su manera de jugar e interpretar el fútbol. Su destreza a la hora de jugar llamaba la atención de los clubes de la zona.
Logró importantes resultados con la Inmaculada, lo que todavía reforzaba más el interés en un jugador que superaba los retos que se le ponían por delante. El Sporting de Gijón fue uno de los interesados en contratar al joven futbolista.
Fue en edad juvenil cuando el gijonés firmaba por el conjunto rojiblanco tras 11 años defendiendo los colores del club del colegio. Con el Sporting empezó jugando en Liga Nacional para después hacerlo en el equipo de División de Honor. Siendo juvenil debutaría con el filial rojiblanco en 2012.
Debutó con el primer equipo en el año 2014 en segunda división. En primera lo haría en septiembre del 2015 en El Molinón ante el Valencia. Únicamente abandonó el club en la temporada 2016-17 para irse cedido al Alcorcón y volver más fuerte a la que siempre ha sido su casa.
Aplicado y tímido
Pablo Pérez ha mostrado siempre tener un carácter tímido y reservado. Al principio tuvo que luchar para quitarse el miedo a la hora de hablar con la prensa y en público. No le gustaba acudir a la sala de prensa, temía decir algo fuera de lugar o que se pudiera malinterpretar sus palabras.
Su familia se dedicaba al transporte, mientras Pablo estudiaba en la Inmaculada, donde había iniciado su andadura en el mundo del fútbol. Los que coincidieron con él recuerdan a un chico tranquilo y formal.
Sus profesores y compañeros en el colegio recuerdan al jugador del Sporting como una persona muy aplicada en los estudios y con una gran habilidad para practicar deportes, aunque el fútbol era su favorito.
Nunca se desentendió de los estudios pese a que su carrera profesional iba progresando con el conjunto rojiblanco tras debutar con el filial y con el primer equipo. Entró en la universidad para estudiar ingeniería mecánica. Una tarea que le suponía un gran esfuerzo, ya que le resultaba difícil dedicarle mucho tiempo al compaginarlo con el fútbol.
Pablo Pérez mantiene sus ganas por triunfar en el Sporting y por ello sigue trabajando cada día para convencer al técnico. Su dedicación está fuera de toda duda. El ingeniero del Sporting aguarda su oportunidad con esfuerzo y dedicación, como ha hecho siempre en el fútbol y en los estudios.
