"Cuchillo en la boca": así es Miroslav Djukic, nuevo entrenador del Sporting
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Djukic y su firme intención de lograr "los objetivos de nuestro Sporting"
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La rajada de Djukic tras un 5-0 del Barcelona: "Siento vergüenza, salimos a pedir camisetas"
"En mi equipo, aviso: van a jugar los que tienen huevos. Voy a ir a segunda división, pero con guerreros. La gente que tenga el cuchillo en la boca. Pueden no tener ni puta idea de fútbol, pero va a tener el cuchillo en la boca. Si no tenemos cuchillo en la boca, poco vamos a hacer. En esta puta vida o eres bueno o eres guerrero, tienes que tener algo. Si no tienes nada, te meten cinco". Esta frase, lapidaria, la pronunció Miroslav Djukic tras perder con el Córdoba CF por 5-0 ante el FC Barcelona en el Camp Nou. Y bien podría definir la idea prima del libreto futbolístico del serbio, que cogerá las riendas del Sporting de Gijón.
El 4-2-3-1, el dibujo predilecto de Miroslav Djukic
Porque el técnico siempre ha buscado, como punto de partida, el equilibrio y la solidez de sus equipos. Replegando en un bloque bajo y tratando de salir al contragolpe, intentó reducir la fragilidad defensiva de sus escuadras para sufrir lo menos posible. De este modo, intentando buscar el cero en la portería propia, intentó hacerse un hueco en LaLiga Santander. Su sistema preferido es el 1-4-2-3-1, aunque ha acudido en ocasiones puntuales al 1-4-3-3 y al 1-4-4-2, con dos puntas más evidentes.
Más de 140 partidos le avalan, tanto en Primera como en LaLiga SmartBank. Cerrándose en bloque bajo, alternando con tramos de presión intensiva, ha sacado mucho rédito y ha formado equipos muy reconocibles. Por otra parte, sus laterales tienden a turnarse para las incorporaciones a la jugada ofensiva.
Esto también se debe a que, en la mayoría de ocasiones, ha dirigido a equipos de perfil bajo. El Real Valladolid, el Córdoba o incluso el Valencia CF al que él llegó eran conjuntos con dificultades económicas. Esos equipos carecían de jugadores súper resolutivos que pudieran permitirles entrar en intercambios de golpes con sus rivales. Por ello la mayor fortaleza para atacar estaba en la transición ofensiva.
Un doble pivote mixto más un mediapunta entre líneas
Su centro del campo suele estar formado por un doble pivote y un mediapunta. Como ejemplos, Álvaro Rubio, Víctor Pérez y Óscar; Javi Fuego, Éver Banega y Dani Parejo; Luso Delgado, Abel Gómez /López Garai y Borja García; No obstante, eso solo es la posición de partida. Y es que esa pareja en la medular suele formarse por un jugador de corte defensivo y otro más creativo y vertical, que se despliega y sube líneas. De este modo, su centro del campo forma tres alturas en el pasillo interior: el pivote más retrasado, el que se descuelga y un mediapunta. Por otra parte, en momentos puntuales ha acudido a un 4-3-3, con unos interiores que vuelen menos, para reforzar esa zona ancha. Míchel Herrero, Bruno Zuculini, Lluis Sastre... Han sido comodines para dar empaque.
Velocidad y juego directo... Siempre que se pueda
Saliendo en carrera con extremos rápidos (Piatti, Guardado, Dorlan Pabón, Feghouli, Fede Cartabia o Bebé) mediante buenos lanzadores al espacio (Banega, Parejo, Borja García o Abel Gómez), intenta exponerse lo menos posible. Salir con tres o cuatro atacantes en velocidad y finalizar jugada cuanto antes. No obstante, no siempre ha contado con ellos. Las bandas en su Pucela solían ser Omar Ramos y Patrick Ebert. Dos futbolistas con buen pie y corte asociativo, pero carentes de intimidación al espacio. Por ello surgía otra variante: el juego directo hacia el punta.
Con atacantes como Javi Guerra, Manucho, Hélder Postiga o Uros Djurdjevic, sus lanzadores buscaban al tanque en la punta de lanza. Estos bajaban los balones y servían de cara para los compañeros de segunda línea, que solían estar bien perfilados para buscar la jugada definitiva. En otras ocasiones, menos frecuentes, ha alineado a dos puntas, simplificando aún más su registro: profundidad por las bandas; extremo, lateral contrarios y los dos delanteros entrando al remate y el mediocentro, más descolgado, aguarda en la frontal para el rechace. Incluso así, uno de ellos intenta bajar a recibir entre líneas, alejándose de los centrales rivales, para descargar a una banda y luego entrar al remate. Así lo hacía Jonas Gonçalves en su etapa valencianista.
Hay algo por encima de los sistemas: "el cuchillo en la boca"
Aun así, hay algo por encima de cualquier dibujo, automatismo o sistema que Miroslav Djukic decida implantar: el esfuerzo. No escatimar una carrera. El sacrificio. Acabar el partido rendido por la extenuación. La lucha. El pundonor. Todo ello es primordial antes de establecer cualquier idea futbolística. Y de ello tratará de dotar el técnico serbio a este Sporting de Gijón.