Las dos caras del Sporting de Djukic: una brillante segunda mitad
La victoria del Sporting de Gijón ante Las Palmas ha supuesto un nuevo subidón en la moral del equipo y de la afición, pero no es la primera vez que esto ocurre. La lente con la que se mira el presente del equipo cambia según la euforia o la decepcón cosechada en el partido anterior. Cuatro goles pueden distorsionar la realidad de la cosas, algo que el técnico serbio no quiere. Por ello, hay que entender que los rojiblancos ofrecieron dos caras muy distintas en la pasada jornada.
Una primera parte para no repetir
No fueron 45 minutos fáciles para los gijoneses, el equipo estaba atascado con el balón en su control y sin fluidez en las ideas. En defensa el conjunto asturiano ofreció alguna facilidad que Diego Mariño arregló en varias ocasiones con grandes intervenciones.
En ataque no se creó peligro real, la poca participación de Pedro Díaz se notó para que los balones llegaran a los hombres de arriba, donde Manu García trataba de buscar el último pase y la finalización.
Un Sporting muy superior
Tras el descanso todo cambio. Los de Djukic salieron más enchufados y fueron capaces de anotar rápido para que el encuentro se rompiera y que así llegara el segundo tanto. De esta manera hubo más espacios y Pedro Díaz entró más en contacto con el balón. Con este nuevo panorama el Sporting se sintió dueño del partido, ante un conjunto canario que hacía aguas en defensa.
Con el partido más alocado y con mayor ritmo fue el momento para aprovechar la velocidad de los extremos y que Manu García y Pedro Díaz dominaran la situación para filtrar pases y trazar jugadas de peligro.
El Sporting ofreció una gran versión en El Molinón en los últimos 45 minutos, esos que reflejan lo que debe ser el equipo hasta final de temporada. Puede que fuera la mejor mitad en lo que va de temporada, el camino para ver a un Sporting capaz de dominar al rival.