0-2, min. 71: Plata
La reacción tardía no compensó los errores en las dos áreas
El Sporting de Gijón recibía la visita del Real Valladolid con motivo de la duodécima jornada de LaLiga SmartBank. Un encuentro que concluyó con derrota tras un dominio de los de Gallego, que no supo aprovechar con goles y dos errores en defensa desembocó en la derrota final.
El inicio de encuentro por parte rojiblanco es el de las grandes ocasiones. Los de Gallego salieron mandando en el terreno de juego y buscando el primer gol desde el minuto uno. Aitor, con un gran disparo en la frontal del área, se topó con la madera. Era el primer aviso, luego fue Villalba, quien la mandó fuera.
Por medio, los pucelanos estaban bien plantados en el campo y salían a la contra. Fruto de ello tuvieron dos ocasiones. Weissman que la mandó al palo y otra de Gonzalo Plata. Los de Pacheta pudieron frenar el primer asalto y supo nivelar las fuerzas. Pero cada vez que cogía el balón Aitor en tres cuartos cualquier cosa podía pasar.
El onubense, que cumplía en este encuentro 100 partidos con la elástica del Sporting, se mostró intenso y con ganas desde el primer instante. El Sporting no abría el luminoso y se iban creciendo los visitantes. En una jugada aislada, un mal despeje, lo convirtió Aguado en un golazo. cero a uno y vuelta a empezar en el Sporting. Unos minutos de zozobra y riñas particular con el árbitro fue sacando al conjunto sportinguista del final de la primera parte.
Un mal despeje condena al Sporting
El resultado a favor dio paso a que los blanquivioletas se plantarán aún mejor en el campo tras pasar por los vestuarios. Algo que complicó las ideas de los de Gallego, que no supieron crear ocasiones de peligro en el tramo inicial de la segunda parte.
Gaspar rompió esa linealidad, pero se topó con un gran Roberto. Pasaban los minutos e iban apareciendo los Villalba, Pedro Díaz y compañía que todavía estaban desaparecidos. Pero fue un aviso inocente e inoperante. Los de Pacheta se hicieron con el dominio del encuentro y se fueron creciendo poco a poco. Otro error en un despeje, esta vez de Gragera, puso el segundo en el marcador visitante.
La respuesta fue directa. Aitor puso un centro maravilloso para que Djuka anotara su tanto diario. Un cabezazo perfecto para mantener la fe y la esperanza. Gallego agitó el árbol buscando la fruta madura hasta el final. Algo que no dio sus frutos y se ahogó en la orilla.
Segunda derrota consecutiva del equipo de Gallego, que no consigue romper la dinámica y más ante un rival directo por la zona de arriba. Toca volver a levantarse.