Las lesiones lo condenan: tratamiento para evitar el quirófano
Antes de partir hacia su destino como cedido, firmó su renovación con el Sporting de Gijón hasta 2024, en un nuevo ejemplo de la apuesta de la entidad por su cantera y los jugadores de futuro. Sin embargo, la suerte le está siendo esquiva y de nuevo se encuentra en tierras asturianas con permiso de su club. Se trata de Pelayo Morilla, cedido esta temporada en el Algeciras.
El jugador rojiblanco tuvo que frenar en seco el pasado 6 de noviembre debido a la persistencia de sus problemas de rodilla, su mayor lastre. El cuadro gaditano decidió darle un permiso especial para que acudiera a Gijón a tratarse y estar con su familia.
Desde la enfermería no son del todo pesimistas, pero su paso o no por el quirófano es una incógnita en estos momentos. Hasta la fecha, los servicios médicos han decidido apostar por un tratamiento conservador y en función de su reacción se tomará una decisión al respecto.
El objetivo es evitar el quirófano, pero para nada está descartada esa posibilidad. La suerte no está del lado de un Pelayo Morilla con un prometedor futuro por delante en el fútbol. Apenas acumula una hora de jugo desde su llegada al Algeciras, lugar que podía ser una gran oportunidad para contar con minutos y volver a casa con más experiencia. En estos momentos, en el club algecireño hasta se replantean qué hacer con el tiempo que resta de cesión.
De la mano de Rubén Baraja llegó a debutar con el primer equipo en LaLiga SmartBank, pero una vez más esos problemas le hicieron dar pasos atrás. Ahora, Pelayo busca recuperarse para poder mostrar ese fútbol que lleva dentro y regresar a casa con esa ilusión que ahora anda un poco en horas bajas.