2-1, Cristo (min. 35, p.)
2-2, Arnaiz (min. 68)
Dos errores condenan al Sporting en un partido marcado por el VAR
El VAR fue el principal protagonista en el encuentro entre Sporting de Gijón y CD Leganés que amplía a cinco la racha de partidos sin conocer la victoria del equipo rojiblanco en LaLiga SmartBank. Los errores de Mariño y el debutante Trabanco provocaron que el equipo pepinero igualase los tantos de Campuzano y Cristo González, de penalti, y el equipo rojiblanco se asienta en la zona media de la tabla tras sumar su cuarto empate en las últimas jornadas.
La falta de efectivos en el lateral derecho obligó al 'Pitu' a darle la alternativa al canterano Trabanco. El resto del equipo era reconocible y con jugadores que son habituales en los planes del técnico gijonés.
El equipo rojiblanco comenzó el encuentro presionando muy arriba, lo que llenó de dudas a la zaga del equipo pepinero. En uno de esos errores, consiguieron forzar la primera llegada. Queipo sacó un centro que recogió Cristo a la media vuelta, aunque no acertó a rematar a puerta.
El Leganés se adueñó del esférico en los primeros compases del partido, pero fue el Sporting quien protagonizó las primeras llegadas. En el minuto ocho, Trabanco se sacó un buen centro tras una internada y, después de una dejada de Otero, Campuzano lo probó con un disparo seco que detuvo Riesgo. El primer aviso del Leganés llegó poco después, en un disparo desde fuera del área de Raba que detuvo Mariño, aunque no consiguió blocar el balón.
En una falta que, a priori, parecía inofensiva y que cometió Trabanco para evitar que un atacante se adentrase llegó el primer tanto del Leganés. Rubén Pardo pilló desprevenido a la defensa y sorprendió con un disparo raso que se le coló a Diego Mariño en el primer palo.
La reacción del Sporting fue prácticamente inmediata. Tras una gran cabalgada, Víctor Campuzano superó a Asier Riesgo con una semi-vaselina. El colegiado Trujillo Suárez invalidó la acción en primera instancia, al considerar que el balón había golpeado en la mano del atacante. Pero tras una extensa revisión en el VAR -unos tres minutos- acabó dando por válido el gol tras evidenciar que, aunque el balón dio en la mano, no había desviado la trayectoria.
El VAR volvió a ser protagonista apenas cinco minutos después, y prácticamente por sorpresa. Y es que las imágenes evidenciaron que, en una acción a balón parado, el goleador Rubén Pardo había taponado con la mano un testarazo de Pablo Insua a la salida de un córner. Cristo González se encargó de convertir la pena máxima y de culminar, al menos momentáneamente, la remontada.
Estos dos goles sacaron de quicio al Leganés, y su técnico Imanol Idiakez acabó siendo expulsado por protestar. El Sporting aprovechó este nerviosismo y Campuzano pudo ampliar la ventaja con un zapatazo desde fuera del área que no vio portería por poco.
El Sporting intentó contemporizar
El delantero catalán lo volvió a probar nuevamente nada más pasar por vestuarios, en una acción muy similar a la de su tanto. Pero esta vez se topó con el cuerpo de Asier Riesgo, que se le encimó para dificultar su disparo.
Con el resultado a favor, el Sporting minimizó riesgos y concentró sus esfuerzos en alejar del área a un Leganés que volvió a amasar el esférico, pero sin apenas inquietar a Mariño. Abelardo aprovechó para refrescar el once y retirar a Campuzano para dar entrada a Djuka.
El delantero internacional por Montenegro pudo sentenciar el partido nada más entrar. Cristo le habilitó en el punto de penalti pero su remate a bocajarro lo acabó blocando Asier Riesgo. Una acción que podría haber sentenciado el partido y que el equipo rojiblanco acabó pagándolo muy caro.
Apenas dos minutos después, Dani Raba se adentró en el área y se deshizo de Trabanco con un excelente gesto técnico. El cántabro habilitó a Arnaiz para que rematara a placer tras superar a Mariño, y aunque Cote intentó despejarlo en la línea de gol, no lo acabó logrando.
Abelardo volvió a meter piernas frescas con un triple cambio, dando entrada a Nacho Martín, Pola y Aitor García. Estos dos últimos serían protagonistas en otra acción determinante. El primero centró un balón que golpeó en la mano de Djuka antes de que el extremo rematara a puerta, por lo que el colegiado volvió a inhabilitarlo.
A partir de entonces, el Sporting se mostró muy negado de cara a portería y el Leganés buscó aprovechar sus opciones. Principalmente a balón parado y buscando explotar las inseguridades de Mariño, que tomó incluso demasiados riesgos para hacerse con el balón.