Que el punto no esconda la incapacidad del Sporting en Gran Canaria

Visto lo visto, sacar un empate de Gran Canaria es un auténtico privilegio. Porque, según lo mostrado por uno y otro equipo del estadio insular, Las Palmas está a años luz de un equipo como el Sporting de Gijón. Solo que los de García Pimienta jugaran a medio gas y una sacrificada, aunque desasistida defensa, evitaron una goleada. También el Pichu Cuéllar, cuyo sportinguismo seguramente le impida estar satisfecho con la imagen mostrada por el equipo de Miguel Ángel Ramírez. Tampoco estará contento Alejandro Irarragorri, presente en el palco presidencial. Porque es normal que un equipo como este te pinte la cara, pero si todo argumento que hay para ganar un partido es una jugada entre un millón de Queipo y un balón parado de Izquierdoz en el 87... Es imposible sacar nada mejor.

Y es que, desde el principio, Las Palmas superó en todos los registros al Sporting. Apenas un arreón y dos genialidades, una de Jonathan Varane en el pase y otra, de Dani Queipo, en el remate pudieron hacer sospechar que los rojiblancos pescaran en Gran Canaria. Pese a todo, el Cali pudo marcar el gol del triunfo en el minuto 87 en una acción que, junto a Cote, aprovecharon la relajación del rival a nivel defensivo.

El resultado es positivo después de 90 minutos sin oler la pelota

Este Sporting no puede ser de la misma liga de Las Palmas. Pese a que el fútbol es impredecible y el pequeño siempre puede ganarle al grande (en este partido el Sporting fue el pequeño), este partido lo habría perdido en ocho de cada diez ocasiones. Por momentos, pareció que Las Palmas jugaba con la defensa del Sporting. Jugadores como Jonathan Viera, Alberto Moleiro y hasta Sandro Ramírez jugueteaban, se pasaban el balón para intentar meterse hasta la cocina ante un Sporting muerto tras la expulsión de José Marsá.

Un punto en un campo complicado no puede dejar de lado la realidad: urgen cambios en este Sporting, porque Ramírez, en diez jornadas, apenas ha logrado ganar dos partidos. Aunque el problema no es ese, sino que cada día el Sporting da la imagen de estar aún más desprovisto de herramientas a nivel táctico. Todo lo que da este equipo proviene de la calidad que algunos de los jugadores rojiblancos sí que tienen, pero que cada día encuentran un contexto más difícil para mostrar.

Decía el míster hace algunas semanas que el club necesitaba estabilidad. Que, si el Sporting estaba donde está, en lugar de más arriba, es porque no se ha dado confianza a un proyecto. Que, si quieren lograr resultados, hay que tener confianza y paciencia. Yo creo que no hay que esperar a que un equipo se muera para ponerle el desfibrilador y aplicarle cuantas descargas sean necesarias.