¡Y eso que no estaba Messi!
Cuando un equipo golea a otro por 5-1 hay pocas excusas que poner. Que si los palos, que si la mala suerte, que si sale todo en contra. Y si encima es el Barcelona el que consigue una manita histórica ante el Real Madrid, el factor 'humillación' se multiplica. El cuadro blaugrana aplastó al equipo de Lopetegui con una gran primera parte, sobreponiéndose a un mal inicio de la segunda y haciendo daño cuando podía hacer daño. Y eso que no estaba Messi.
Sin el '10', fue el '9' el que tomó las responsabilidades. Se quedó sólo en punta, escoltado por un centro del campo muy poblado con Coutinho y Rafinha por las bandas. Luis Suárez lo hizo todo bien. Los movimientos sin balón, las llegadas. Falló en algún pase en el que el Barcelona pudo hacer más daño, pero todo queda atrás a tenor de la contundencia del resultado. Porque Suárez marcó un hat-trick, provocó un penalti, sacó un cabezazo maravilloso, la picó sobre Courtois en el cuarto. Sin su mejor asistente, el uruguayo las marcó de todos los colores. Y eso que no estaba Messi.
En estos casos, cuando se pierde a la estrella, suele pasar que el equipo se hace aún más compacto. Luis Suárez ejerció de número uno y los jugadores de tercera línea también dieron un paso adelante. Arthur sigue brillando en la medular, Rakitic cuajó un partido soberbio en el centro del campo, Sergi Roberto lo hizo bien en el lateral y aún mejor en el centro del campo. Y Jordi Alba volvió a demostrar que es el mejor lateral español del momento. Todos lo hicieron bien. Y eso que no estaba Messi.
Y es que, ¿qué habría sido el partido con Leo en el campo? El Barcelona ganaba 2-0 al descanso, pero ya por entonces la sensación es que con el argentino, el marcador ya habría sido más abultado. Había huecos, pero faltaba el último pase para pasar de victoria a humillación. Y en el tramo final, el equipo de Valverde aprovechó el déficit defensivo del equipo blanco. Con el tercero, con el cuarto, con el quinto. Con una manita histórica que pone de relieve cuál es la diferencia actual entre un equipo y otro. El Barça es líder, el Real Madrid noveno y el marcador reflejaba cinco goles. Y eso que no estaba Messi.