Bielsa, el infalible

He conocido pocos casos como el de Marcelo Bielsa. Tal vez se aproxime la trayectoria deportiva de Fernando Alonso. Todo lo bueno que ocurre a su alrededor es atribuido sin sombra de duda a sus incomparables dones. Y todo lo malo que pasa es culpa de quienes les rodean. De sus equipos, de sus directivos o del empedrado. 
Según las versiones más extendidas, Bielsa recibió un equipo plano y lo convirtió en espectacular. A nadie le importa que el equipo que recibió también había jugado una final (y con bastante mejor rendimiento), había disputado partidos maravillosos como la semifinal ante el Sevilla, había derrotado al Real Madrid o había tuteado al Barça en una eliminatoria de Copa en la que el mejor equipo del mundo no fue capaz de doblegarle. Y que había una plantilla joven de enorme valor. Y que la unidad en el vestuario era grande. 
En realidad, Bielsa creó este Athletic de la nada. 
Luego, cuando su equipo quedó fundido en Abril, completando la peor trayectoria en la historia del Athletic, la culpa fue de unos jugadores vagos, flojos, niñatos millonarios y poco comprometidos. 
Durante la temporada se perdieron infinidad de puntos en los descuentos, pero no por fallos de estrategia de Bielsa; fue realmente un canto al fútbol de ataque. 
Más adelante agarró del pescuezo a un empleado de la empresa elegida por el club, a la que llamó estafadora, añadiendo que los directivos eran cómplices por dejación de funciones. Su legendaria coherencia no impidió que siguiera trabajando con esa gente a la que cargaba con gravísimas acusaciones. Eso sí, haciendo mohines de desprecio hacia ellos. 
Aquel equipo que recibió, y siempre hablamos de datos objetivos, empezó a deshacerse. Jugadores que decidían irse, otros que acusaban sobreesfuerzos, que se convertían en sombras de sí mismos o iniciaban peregrinajes por los quirófanos. Una vez más todo se debía al egoísmo o a la flojera de los jugadores. 
La explicación generalizada es que de una vez por todas Bielsa había hecho trabajar a los jugadores, como si todos los entrenadores y futbolistas de las últimas décadas hubieran vivido del cuento. 
Y eso sí, asumiendo en las abundantes decepciones “todas las responsabilidades” , sin que hayamos llegado a conocer en qué se traducen las mismas. 
Ahora nos adelanta que aunque los resultados no acompañen, él habrá realizado al Athletic “grandes aportes”, sin duda metafísicos. Como todo este texto pretende ser objetivo y huir de consideraciones, sólo diré que espero que esos aportes sean positivos. 
Bielsa nos ha hecho disfrutar enormemente durante el año 2012, y nos ha dado una temporada inolvidable. Bien es cierto que también ha habido muchísimas decepciones y malísimos partidos. En cualquier empresa, si llega un gerente que triplica el trabajo de los currantes, suele mejorar los resultados. La pregunta es a qué precio y con qué consecuencias para el futuro de la empresa. 
Ahora nos quedamos con la Liga española, y siendo flojo el nivel medio de los equipos por la precariedad económica, no es desechable que nos asomemos a los puestos altos. Sería estupendo volver a disfrutar como el año pasado. Ilusión nunca nos falta. 
En realidad los jugadores del Athletic son tan comprometidos que a pesar de todo lo que han tenido que oír, se volcarán por ello una vez más. Porque su futuro, como el nuestro, sí que está aquí. 
Gonzalo Arroita, Urbanista. Socio del Athletic