Y si llega la tranquilidad

 

La tranquilidad, la tranquilidad. Dónde se habrá metido esta temporada, ¿verdad? En A Coruña se nos escapó de entre los dedos cuando por fin la veíamos a nuestro alcance. Así que a los aficionados del Athletic otra vez nos toca hacer cuentas y mirar al menos de reojo a lo que queda en el calendario. Después de las buenas sensaciones de Riazor, habrá quien con su buen corazón zurigorri ya verá hasta fácil, hasta hecho lo de la salvación. 
También habrá quien con su corazón zurigorri más revolucionado resople al pensar en la oportunidad perdida, en cómo se puede hacer uno de los mejores partidos de la temporada y no ganarlo y en el camino que aún queda con tantos rivales de la parte baja que se van a cruzar en el camino del Athletic.
Eso, sin obviar que le toca pasar por San Mamés a ese Barça embutido en sus semifinales de Champions. Total, que son una ristra de desvelos que para los más apocalípticos también suele llevar añadidos los inefables 'ysis': 'y si no le llegamos a ganar a Osasuna... y si Soldado el día del Valencia... y si el poste del Granada...'. Hay para todos los gustos. 
 
El presidente Urrutia dijo en su última comparecencia, a la hora de hablar del entrenador del primer equipo para la próxima campaña, que los esfuerzos se centraban "en alcanzar la tranquilidad". Hablaba de la clasificación, de las matemáticas, claro. A Bielsa ya sabemos de sobra cuándo le gusta tratar estos asuntos y sus razones particulares tendrá. Vale. Pero, ¿y si parte de la tranquilidad para esta recta final de la temporada depende de esa noticia? 
Me explico: doy por hecho que en los despachos del club se tienen más que claros los principales argumentos de la planificación de la próxima campaña, no podía ser de otra manera cuando es lo que ha sucedido por lo general en esta entidad a estas alturas en los años digamos 'normales', sin hechos extraordinarios hasta última hora en la competición.
También es cierto que la discreción suele ser el mejor aliado para atar de la mejora manera todos los cabos de lo que está por llegar. De acuerdo. Pero es que quizás un detalle, un guiño que trascienda entre los protagonistas podría tener ahora un valor mayor que el mejor de los silencios. Y no hablo de cara a la galería, a la prensa o al común de los aficionados. El Athletic y los profesionales que lo componen necesitan empezar la próxima temporada con un orden y una fortaleza como pocas veces en su historia.
Echando un vistazo a denotaciones y connotaciones recientes y a las que van a venir a partir de agosto, no hace falta ser muy avispado para extenderse en los porqués. Es más, dando por hecho que la tranquilidad por pura lógica está a la vuelta de la esquina, es probable que si ya se empiezan a conocer detalles de lo que va a deparar el futuro inmediato del club, a alguno le venga bien para afinar su rendimiento hasta el final en junio.  
 
PD. Y si el Athletic nos confirma que va a jugar un amistoso en Itxas Gane al terminar la Liga o en pretemporada, más bonito todavía. Bermeo y su gente se merecen ese gesto.  
Por Guillermo Estecha, Periodista deportivo
@gstcha