Soñemos... pero sin cerrar los ojos
El baloncito lleno de estrellas agitado por la chavalería en el círculo central de San Mamés, la fanfarria resonando a todo trapo por la megafonía, el fulgor de la mejor competición por clubes del mundo futbolístico... Piel de gallina, adrenalina a tope, pero... ¿Y la Liga qué?
El sábado empieza la temporada 'de verdad' para el Athletic. En el Camp Nou, palabras mayores. Nada hubiera sido posible sin la especial pretemporada que han vivido los leones, un periodo completamente ofuscado por el fulgor de las exigente previa de la Champions felizmente superada. Sin embargo, esa misma Champions amenaza con convertirse en el máximo peligro del equipo bilbaíno si es que no sabe gestionar esa sobredosis de pasión y entrega que exige volver a lucir el baloncito de estrellas en la bocamanga. Exigido, y a la par ilusionado en grado sumo tras conocer el grupo de la vida que deparó el sorteo monegasco, el Athletic no puede dejarse cegar por el brillo de esas estrellas europeas que atisba en el horizonte. La Champions es una ilusión, y es de justicia reconocerlo, que tiene fecha de caducidad, pero la Liga es la vida, el aire que te hace respirar cada día de tu existencia, por lo que tienes que tenerla presente siempre. No tengo duda alguna de que Ernesto Valverde ha grabado a fuego esa máxima en las mentes de sus futbolistas y éstos no se olvidarán nunca de ella... por la cuenta que les tiene. El Camp Nou da el pistoletazo de salida a un auténtico frenesí competitivo que no dejará tiempo para casi nada. Y menos aún para andar con despistes en la Liga, vamos en la vida. El en teoría inaccesible Barcelona es el punto de partida de una periodo de locura que no admite ni relajos ni tropiezos de complicado arreglo. Bendita, pero exigente locura, es la que le espera al grupo comandado por el experto Valverde. Es tiempo de soñar, pero sin cerrar los ojos, no vaya a ser que te encuentres con lo que no quieres...
Por Rafa Beato, periodista de Radio Marca.
