Las 7 diferencias del Athletic en un año
En una imagen de contenido reflejada en nuestras retinas de la temporada pasada y en una imagen de esta temporada observo 7 claras diferencias competitivas clarividentes y causantes del rendimiento dubitativo de nuestro equipo. En mi opinión, son las siguientes:
1- La baja de Ander Herrera. Aquí somos muy dados a ningunear el rendimiento de un jugador que decide abandonar el club. En el caso de Ander, su aportación, intermitente en ocasiones, se centraba en la búsqueda de soluciones a los jeroglíficos defensivos del rival dibujando pases milimétricos a los desmarques ofrecidos, a su capacidad de imponer ritmo en las circulaciones y a su personalidad bien marcada. Su sustituto Beñat (pongamos también a Unai) no acaban de cicatrizar esa herida abierta. Beñat está ansioso por mejorar su físico pero descuida su función: desajustar defensas zonales. Tenemos una falta de ideas galopante.
2- Iraola. El de Usurbil no es ni de lejos el jugador contrastado de antaño. Su profundidad y calidad en el centro, que tanto echa en falta Aduriz, eran ejecutores de muchos goles. Esta temporada, su rol será distinto y su sustituto, De Marcos, impone otro estilo; más físico pero por el contrario menos técnico. Otro punto a tener en cuenta.
3- Mikel Rico. Jugador incansable en su cometido pero que este año ha perdido su sorpresa en las llegadas y ocupaciones en segunda línea por las coberturas rivales. Ahí hemos perdido remate.
4- Susaeta. Su matrimonio con Iraola y su activación por banda se está diluyendo poco a poco. No es ese jugador imprevisible en sus regates adicionado por la falta de balones a sus desmarques que con Herrera funcionaba con mucho éxito.
5- Pérdida de Ritmo. Una de nuestras características de la temporada pasada. Este año, la temporada exige más desgaste y por tanto, nuestra mayor virtud desactiva el resto de potencialidades. Tenemos que tener en cuenta que la calidad de entrenamientos no puede ser constante jugando dos partidos por semana y esa falta de ritmo también anula nuestro efecto “remontada” en los partidos jugados en San Mamés.
6- Tres competiciones. Al hilo de lo anterior, casi siempre que hemos competido en tres competiciones, la clasificación en liga nos ha perjudicado en el ordenamiento clasificatorio.
7- Rotaciones. Tema muy debatido cuando el rendimiento en forma de resultados no se ajusta a lo esperado. La pregunta es: ¿Esta plantilla está cualificada y es semejante en su aplicación cuando se trata de combinar piezas “nuevas” que prácticamente no están rodadas? Las rotaciones se focalizan en dar descanso a los jugadores más castigados físicamente sin detenernos en pensar en los riesgos de los que entran en el equipo sin ritmo competitivo ni mental lo suficientemente importante como para ofrecer buenas prestaciones. Además sumen la falta de conjunción. En definitiva, el año pasado no había presión de inicio por estar arriba cosa que este año si te marca la clasificación lograda en el curso anterior. En principio, como nuevo reto, sería importante definir el nuevo estilo de juego ante la ausencia de lo mencionado y olvidarnos de lo conseguido la temporada pasada. Mirar hacia delante con entereza y definición es la clave.
Por Pablo Palacio, entrenador de fútbol
