Xavi Hernández: "Lástima no poder jugar en el Athletic un par de años"

En la última visita del FC Barcelona a San Mamés, el pasado 8 de febrero, el público de la Catedral dedicó una fuerte ovación a Xavi Hernández. El capitán del equipo culé se llevó el reconocimiento de los aficionados del Athletic Club tras un gran partido en la que será su última visita al feudo rojiblanco.

No es la primera vez que el centrocampista culé de Terrassa ha sido despedido con una ovación en Bilbao, frente a los habituales pitos que se lleva su compañero Andrés Iniesta. El de Terrasa siempre ha reconocido tener un cariño especial a San Mamés y al club rojiblanco; una admiración que ha vuelto a hacer pública en el marco de una entrevista contenida en suplemento ‘Más deporte’ del ‘Periódico de Catalunya’ publicada ayer, donde repasa el largo camino recorrido durante 17 años para superar los 500 partidos de Liga en Primera, todos con el Barça.
Xavi Hernández precisa no tener "manía a ningún campo”, pero confiesa que no le han gustado “nunca los campos pequeños, aquellos desangelados con poca gente o los que tienen pista de atletismo”. “Soy un clásico y el estadio es para el fútbol. No puedes tener la sensación de que luego habrá una carrera. ¡En el campo del West Ham solo juega el West Ham!".
Por ello, San Mamés, uno campo donde se respira fútbol por sus cuatro costados, está entre sus favoritos, lógicamente detrás del Camp Nou, “el mejor estadio del mundo”. “Parece más grande de lo que es. Miras las medidas de otros campos de Primera y son todos casi iguales. El Madrigal mide lo mismo, y parece más pequeño. ¡Es igual que Balaídos! También es un gran estadio el Bernabéu para jugar, después del Camp Nou. Y la Catedral, el San Mamés viejo y el San Mamés nuevo…”, destaca.
Me encanta Bilbao”, prosigue el jugador culé, que rememora su visita a la Villa “por Navidad, coincidiendo con el Euskadi-Catalunya”. “Aunque llevaba gorra me paraban por la calle. Me trataron con tanto cariño, con tanta admiración como si fuera Julen Guerrero. Supongo –dice Xavi- que porque me ven noble, que no simulo, quizá porque me abracé a Joseba Etxeberria que lloraba en su último partido en la final de Copa del 2009, o porque paseé la ikurriña…”, rememora ¡A Andrés le pitan y a mí me aplauden!
Y es en ese punto donde confiesa que le hubiese gustado vestir de rojiblanco. “Lástima no poder jugar un par de años en el Athletic”, resume Xavi Hernández, quien volverá a enfrentarse, por última vez, al club por el que siente tanta admiración, el próximo 30 de mayo en la final de Copa.