Lázaro Bruzón, campeón del Iberoamericano

El cubano Lázaro Bruzón se proclamó campeón iberoamericano de ajedrez por segunda vez en el corto historial de seis ediciones de esta competición, en la que el peruano Julio Granda y el paraguayo Axel Bachmann se colgaron las medallas de plata y bronce.

Bruzón, que en la novena y última ronda entabló con el argentino Alan Pichot en tan solo hora y media justa de juego con un total de 31 jugadas, había ganado en 2006 el primer Campeonato Iberoamericano celebrado en Ayamonte. Con las tablas, los dos jugadores quedaron contentos: Bruzón sumó el medio punto que le convirtió en campeón y Pichot, con la otra parte del punto en juego, obtuvo en Bilbao la Norma de Gran Maestro.
La muy esperada partida entre Pichot (b) y Burzón (n) empezó con una apertura Española o Rui López -se juega desde hace más de 400 años-, variante Breyer, que aventuraba un encuentro prolongado. En la jugada 20, el cubano se desvió del juego conocido y su rival perdió fuerza en el flanco de Dama. Alan Pichot prefirió jugar de manera conservadora para asegurarse el medio punto que le pondría los 'galones' de Gran Maestro y Bruzón fue feliz hasta que a los 90 minutos uno y otro llegaron al empate. El peruano Julio Granda (b) se impuso al argentino Fernando Peralta (n) en una partida abierta con  una Larsen, resuelta en 62 jugadas.
En los restantes encuentros destacados se registraron triunfos de los ajedrecistas que manejaron las negras. Así, Axel Bachmann, de Paraguay, ganó al uruguayo Bernardo Roselli, luego de una defensa Bogo-India que desembocó en una variante de carácter semiabierto y pronta ventaja del campeón  iberoamericano de 2014. También vencieron Gabriel del Río, jugador del Sestao EDP, sobre Alexander Fier, de Brasil.